El Houston Chronicle, aquí en Houston, el único diario de esta ciudad de dos millones, imprimió sábado y domingo, y en sendos reportajes, la noticia que en la ciudad de Lara Grajalva en México, los habitantes se amotinaron en defensa de los inmigrantes centroamericanos. Los habitantes incendiaron carros policíacos y quemaron el edificio de la delegación policial en su pueblo.
La razón, según el rotativo, fue porque la policía estaba empandillada con secuestradores de inmigrantes, quienes exigían rescate a familiares viviendo en los Estados unidos.
La noticia es curiosa viniendo de un periódico en un estado totalmente anti-inmigrante y “conservador” como es Texas, en especial en esta semana previa a las elecciones. La ciudad de Houston podrá ser demócrata, pero el estado de Texas es republicano, y una de las banderas de lucha de los republicanos es la inmigración.
Los “rojos”, ese el color de los “conservadores” de extrema derecha antiinmigrante republicana aliada a ARENA en el terruño, alegan que los migrantes hispanos “roban” el trabajo de los ciudadanos gringos, una paja más grande que las que nos da quiquito. En este país, ni el negro quiere ir a joderse la rabadilla cortando hortalizas y vegetales por 5-7 pesos la hora. La otra paja que estos “rojitos” meten en este estado es que los inmigrantes “abaratan” los servicios sociales que sólo los ciudadanos y residentes legales tiene derecho, porque pagan impuestos… También ya está demostrado que los indocumentados no usan esos servicios, a excepción de la escuela, por temor a ser deportados.
Anoche, en las noticias por televisión, apareció un individuo típico “redneck”, o sea racista, diciendo que el Chronicle está enviando mensajes “subliminales” a la población a que quiebren la ley por defender a los “ilegales”, como hizo la población de Lara Grajalva…
No importa cuánto los gringos hagan, o piensen hacer, no importa cuán alto hagan el muro, o cuántos infrarrojos pongan, mientras más nos impongan gobiernos fraudulentos, corruptos, e ineptos como los de Arena, la marejada de inmigrantes es imparable, y con justa razón pues la élite gringa que domina este nación les ha robado su futuro, como una vez robó el mío.
Tamen
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