por Juan-cho
Como
continuación a las propuestas legislativas de la mara ciudadana en materia de
decretos con pragmatismo
democrático que conviene aprobar a velocidad luz, hoy traemos a cuenta una
exigencia de
reforma fiscal igual de urgente y ventajosa para el país, que
obviamente es "comprensible" no sea deseada, acompañada ni avalada
por sus afamados destinatarios.
La presente
coyuntura y su estrella Hollywood trillada de la campaña electoral, en la que
no faltan como siempre las tradicionales lágrimas de cocodrilo, los
ensalzamientos poéticos de los protagonistas, las denuncias pírricas de segura
corta vida y resto de hiervas plagadas de promesas que florean las musas
publicitarias que dicen mucho de nada, ha tenido alguna que otra bizantina
novedad, al fin, como es el caso de llevarse a cabo el llamado primer debate
entre los candidatos a la presidencia, aunque curioso precisamente por la falta
precisamente de debate. Bueno, de nada se pasó hacia algo, un comienzo.
Más
allá del morbo tradicional que se vende por los medios de comunicación, por
ejemplo, infidelidades y secretos de alcoba a lo HOLLANDE, violencia familiar y
otros chunchucuyos irrelevantes para la sociedad sobre la vida personal de
protagonistas públicos. Lo bueno por estos lares dado el horizonte de vida
fértil que avecina su particular contribución, aun reconociendo que es herencia
de la campaña sin duda es un fruto ajeno a su esencia propositiva sobre que
pesares nos esperan a futuro dependiendo de quién "gane".
Aquel
fruto prohibido inesperado por el contrario tiene que ver con el estandarte
popular de Estado que han llegado alcanzar los chismes inobjetables sobre
leperadas cotidianas en el arte pulgarcillo de gobernar, en particular sobre
los entuertos que permite el manejo carente de efectivo y transparente control
ciudadano de los $,$$$,$$$ que transitan "libremente" en los
entretelones porno-políticos con usos y abusos desconocidos.
Gracias
a la discusión/denuncia sobre el manejo "privado" y discrecional con
subsecuente accionar evasivo del pago de impuestos por reales o supuestos
donativos, sea cual sea el donante, fuese dirigido u apropiado por autoridades
o próximas de serlo; ahora se ha logrado MASTICAR y masificar el aprendizaje de
que los funcionarios públicos no tienen más facultades que las que la ley les
otorga, y que lo contrario es delito grosero, repugnante, repudiable, en grado
desleal de chabacanada tan penosa incluso de comentar.
Así,
también se destaca positivamente que saliera a luz pública el manejo
clientelista del poder que ha facilitado jugosos negocios, como resulta ser:
EXENCION DEL PAGO DE IMPUESTOS A
PERIÓDICOS Y UNIVERSIDADES PRIVADAS.
(¡CHUSCA Evasión legalizada!)
De
las muchas tareas pendientes por corregir, suprimir esta figura fiscal áspera
de digerir por el resto de agentes económicos sin derecho a similares
bendiciones mañosas, grita por ser una medida prioritaria que cualquier
siguiente gobierno debe impulsar, a fin de eliminar tales exenciones de
ignominiosa naturaleza insertas en nuestra legislación bajo formato de fraude o
elusión bufona.
Darle
vida a tal gesta es una proeza que constituye más que reto una necesidad imperiosa
para darle real sentido y llenar de contenido el rollo de cambio que medio
mundo tiene en boca y pregona en los discursos parlanchines nuestros del diario
acontecer político.
Aunque
es de prever que quizás habría lluvia de misiles despiadados y ponzoñosos en
contra, peligro de "lobbies" que endorsan maletines negros, etc.,
etc., por parte de los "afectados" a los que se pretenda dar un trato
impositivo equivalente al que tienen mayoritariamente sus colegas del sector
privado; dicha medida correctiva es relativamente fácil de impulsar y
concretar, que no requiere mayor trabajo analítico como tampoco hay que pensar
tanto para saber que el sol ilumina esta sección del universo, mucho menos
algún revuelco científico, ni necesidad de consultar espíritus escondidos en la
Luna, Marte o Andrómeda.
Únicamente,
existe el pequeño y ligero gran obstáculo que demanda fielmente la decisión
responsable de los padres de la patria y de la partidocracia reinante, por
allanar el camino para hacer realidad la tan cacareada justicia impositiva en
uno de los pilares endebles que la carcome, con un significado de suyo
importante para:
- iniciar la recuperación de fuentes de financiamiento
público secuestradas al erario, con efectos monetarios
plausibles nada despreciables al propósito de bajar el déficit fiscal y
menores necesidades de endeudamiento,
- asegurar igualdad en
la competencia empresarial para generar rentabilidad y atraer inversión a
los negocios del conjunto de agentes económicos sin favoritismos fiscales
innecesarios; o todos arriba del petate o todos en el suelo;
- un saludable manejo auditable de los nuevos fondos que se recauden vía gasto público sometido al escrutinio de las instituciones de control pertinentes, para que la tal función social delegada en terceros deje de ser únicamente otra forma que esconde inequitativos privilegios.
Para
bien o para mal se recuerda que en su momento (mediados 60's) hubo la
motivación política-ideológica del régimen dominante por restar peso a la UES,
particularmente con mayor énfasis durante el conflicto en los 80's. Los dueños
del nuevo negocio aprovecharon y usufructuaron aquella agenda política.
Indudablemente gozaron de un alba amanecer oportunista, cuyo atardecer es
meritorio acelerar.
Hoy
son tiempos y por suerte intereses diferentes. No hay mínima justificación
imaginaria o real de peso para que sigan vigentes las barrabasadas impositivas
paridas en el pasado. Es fuertemente discutible el cumplimiento de la exigencia
más bien letra muerta en la ley que rige a las Universidades privadas a que las
ganancias se reinviertan en las mismas.
Igualmente
alucinante resulta la presunción de que tales entidades desarrollan una función
social ¿? Son negocio y punto. Lo cual no es cuestionable, pero sí el hecho que
no paguen impuestos como cualquier otro negocio, máxime si este es de
"envidiable" rentabilidad, en buena parte a costa de la pésima
calidad del servicio que venden a un universo social sediento de ilusiones
propio de un país pobre y carente de oportunidades.
Todos
tienen que pagar impuestos si tienen capacidad de pago, de lo contrario, hay
desigualdad entre los sujetos impositivos. Es el principio tributario que se
pregona, ¿verdad? Si vale para el IVA, vale en todo y para todos.
Además
que no hay forma ni posibilidad de ocultar la deficiente formación que
trasladan a sus estudiantes las universidades privadas en general, y precario o
inexistente su accionar en materia de investigación y proyección social. Es
ampliamente conocido el falso perfil de reinversión sobre las jugosas
utilidades de estos centros educativos, bajo abiertos o asolapados mecanismos
de evasión, disfrazando reparto de utilidades/ (excedentes") como gastos o
inversiones amañadas.
Claro
que los socios propietarios de las universidades tienen derecho a repartirse
utilidades, como cualquier empresa, pero como actualmente la ley lo
"prohíbe", tienen que acudir a la imaginación guasona para inventar
piruetas que escondan el recibo de utilidades vía alquileres inexistentes (para
pagar
casas y otras propiedades que compran los socios principales), funciones y cargos redundantes, salarios y emolumentos ejecutivos fuera de orden, etc. etc.
casas y otras propiedades que compran los socios principales), funciones y cargos redundantes, salarios y emolumentos ejecutivos fuera de orden, etc. etc.
Poner
en orden sus cuentas sincerando las finanzas con el fisco
y la sociedad, vendría a ser una medida no suficiente pero necesaria
para enrumbarse en el camino de mejoría y superación académica que se les
demanda urgentemente a tales instituciones. La formación de cafetín que reciben
sus usuarios constituye una modalidad si no de estafa al menos de burla
académica, lo que en parte explica el desnutrido progreso que cercena el
futuro, presente y pasado nuestro.
De
los periódicos sobra decir que es justo, necesario y conveniente que paguen
impuestos igual que el resto de sus colegas empresarios. Es obvio que, a pesar
de las reservas de opinión que amerite considerar, tan "importante"
es la función disque social que hacen los actuales medios de comunicación
gozosos del beneficio de exención de impuestos, como el resto de empresarios
que trabaja produciendo bienes y servicios de cualquier otra naturaleza, merced
a los trabajos que generan como por las necesidades que satisfacen lo que
producen, sin que se les libere del pago de impuestos, a diferencia de las
firmas propietarias de los periódicos.
Ya a
principios de los 90's se logró corregir la herejía nada inocente que dejó
plasmada la ley de imprenta vigente que data de 1950, por la que antes hasta el
negocio de cajas y bolsas estaba exento del pago de impuesto, con la simple
excusa que se les incluyera cualquier frase o palabras sueltas; barbaridad
chusca que matiza la historia fiscal. A los periódicos…. Huy ya yay…. Ni
siquiera se les consideró "reducir" sus privilegios ¿? Propio de los
increíbles Ripley.
Es
muy curioso e instructivo que naciones más pobres como El Salvador, Nicaragua, Honduras,
Haití, sean países que conceden tratamiento impositivo dadivoso y privilegiado
a los periódicos. En cambio, USA, Canadá, Chile, México, Costa Rica, países con
superior desarrollo y porvenir económico, por el contrario, gravan con nulos o
menores privilegios a las empresas periodísticas. Consecuente-mente, de
inmediato brota la sugestiva tentación por formular la hipótesis que tales
prerrogativas pulgarcillas sean parte explicativa del menor desarrollo y
pobreza que caracteriza a los primeros
países, en los que resa lta el nuestro.
Si
es justo que el resto de empresarios no evasores y asalariados siempre hayan pagado el impuesto sobre la
renta, mucho menos justificable puede ser continuar manteniendo la fiesta
fiscal que emborracha a los periódicos y
universidades privadas, fiesta que les ha durado más de 50 años a los primeros
y tres décadas a los segundos.
Es
una deuda histórica pendiente de honrar con la sociedad: la de aplicar tarjeta roja
al uso frívolo de privilegios fiscales a favor de pocos en contra de muchos
heredado en la política socio cultural. Para justificar a rajatabla y defender
lo indefendible se acude a figuras demagógicas como función social ¿? promoción
de la cultura ¿? contribuir al desarrollo integral, etc. etc., marea de letra
hueca con los que simplemente se disfraza favorecer intereses torcidos y/o
engordar negocios.
Lo
único cierto en el entuerto legal a favor de estas "empresas" con
nombre de periódicos y universidades privadas es el goce bacanal de un mecanismo de elusión
vano, entiéndase turbia carroñera evasión autorizada. Que periódicos y
universidades contribuyan al erario público como el resto de sus colegas
empresarios privados, es lo justo y necesario….pues hoy desde muy ayer... es
inaudito que NO PAGAN.
POR
LO TANTO:
PROYECTO DECRETO URGENTE (2)… ciencia ficción … misión posible
CONSIDERANDO:
I)
que por sabia real costumbre los Estados imponen tributos a todos los que
tienen capacidad de pago como elemental precio democrático que se paga por
vivir en la civilización alcanzada;
II)
que los "pasquines" son negocio rentable que no han honrado
fiscalmente la tal honorabilidad de periódicos que presumen;
III)
que las academias de cafetín por mucho guiri guiri con que se auto perfumen, ni
son de utilidad pública, ni investigan más allá de chambres, ni por accidente
dejan de repartir indirecta y directamente las utilidades, de manera que no
reinvierten en su totalidad las ganancias dentro de las mismas instituciones;,
IV)
que es imperdonable la tardanza en corregir mafiatadas pero mejor que nunca.
EL HONORABLE CONGRESO DEL PULGARCILLO:
Para
mejor proveer, además de exhortar otran vex a la majada ser menos tarugos y
tarugas:
DECRETA
en aras de limpia
fiscal
Art. 1. A velocidad luz DEROGA, MODIFICA, REPRIME,
SUPRIME, ERRADICA, ELIMINA, ABOLE Y PROHIBE las exenciones de impuestos
MALICIOSA e INEQUITATIVAMENTE otorgadas a PERIODICOS
y UNIVERSIDADES dispuestas entre otros en:
o a) Ley
de imprenta, que establece en su "Art. 8.- Las imprentas no estarán
sujetas a ningún impuesto ni caución.".
o b) Ley
del impuesto sobre la renta que en su Art. 6 literal c) exime a las
corporaciones de utilidad pública. Y Ley
de educación superior Art. 28 que califica como corporaciones de utilidad
pública sin fines de lucro a las instituciones de educación superior….. (¿Superior en qué?).
Art. 2. De aplicación y vigencia ULTRA inmediata
reconociendo que ya basta de troglodismo fiscal y que es mejor tarde que nunca,
PERO YA A TODA PRISA teniendo conciencia que reduciendo tarugadas se hace patria.
Juan-cho
Tamen