Por Juan-cho
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¿?
¿? ¿? ¿? ¿? ¿?
¿? ¿?
¿? ¿? ¿?
·
Vegetan las sport-elecciones,
·
que no pasan de infértiles votaciones,
·
en beneficio de pocos (astutos),
·
que no son muchos,
·
bajo los lamentos difusos
·
de nosotros brutos profusos.
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·
¿Tu
quoque brutus filli mi?.
¿? ¿? ¿?
¿? ¿?
¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿?
Sin
duda la alternancia es un signo
democrático. Pero ensayo (prueba) y
error que produce no solución, por con-ciencia
exige ensayo alternativo (lozano), lo que es contrario a la alternancia
entre los mismos errores justicado tercamente apelando a la dogmática conciencia política.
Aquí
emerge la interrogante: ¿Real
demo-cracia o demo-cráter real la nuestra?
Dicho
todo lo previo sin histriónico ateísmo político religioso o catatónico mísero
patriotismo. Simple opinión su-realista:
por el su-surro aleccionador que
arrastra indeclinable el re-alismo, incitando
que un optimista informado se
enmiende pesimista; sin faltar el
lamento pipil con sollozos y quejidos reiterativos como los que siguen a
continuación, aun a riesgo de hervir en chiripiolcas y carrasposos desvaríos.
Vilipendia
que las elecciones concurran como un deporte con grado familiar de inesperado
hermanastro gemelo al futbol en peculiar:
partiendo de los amaños denunciados de cuando en vez, y siguiendo con que
la marabunta, los fans, los que se ubican en las gradas del “Vietnam” y
circundantes, los extrovertidos o silentes hooligans, todos ellos que por
lógica obviedad no pasan de los graderíos, sin protagonismo en el campo. En
conjunto tienen equivalente membresía en el electorado, merced a que en nuestro
terruño, igual que en otros, SE VOTA PERO NO SE ELIGE. Sin faltar frívolo
griterío, lloriqueos y mentadas de $%&*(#@)(+#$@.
Con
semejanza a que en el fútbol cualquier imaginable cabreo, pesar o alegría, no sobrelleva
que se metan ni detengan los goles del partido. Aunque al voto duro (segmento mayoritario)
le preocupa nada más ejercer un rol corista, esa rémora condicionante debería
provocar sagrado protestante desvelo al voto
“blando” en el ámbito de las elecciones; voto constituido por un puñado
minoritario a quien si le interesa participar activamente en los goles
políticos, imposibilitado de hacerlo.
Cual
aficionado de un equipo que gana el juego y rubrica radiante el sobrio grito “ganamos”, al que es oportuno
preguntarle: ¿Oiga, que usted juega?... Al votante aclamándose ganador, podría
preguntársele: ¿Oiga, y usted qué ganó?
Durante el juego electoral,
para nada se invita al electorado integrarse a un tour fiscalizador sobre las previas promesas, su grado de cumplimiento y resultados obtenidos.
Hablando
de turismo universal, de entre los cientos de miles de millones (200-400) de
estrellas que componen nuestra galaxia Vía Láctea, es ganancia que Alfa
Centauri (las 3 más cercanas al sistema solar), se encuentren a la módica
distancia de 4.4 años luz;
considerando que son 26 mil años luz que nos separan
con el centro a la que pertenecemos. A la velocidad máxima (40 mil kms/hora)
que la tecnología terrícola actual permite y desempeño perfecto (¿?), llevaría
alcanzar el destino 80 mil y pico de años. Wácala. Sería súper-pulgarcillo
poder viajar a la velocidad de la luz, pinches brutales 300 mil kms por SEGUNDO
(‘Híjole’), para tardar 4 y pico intransigentes años terrestres en llegar. Pero
no hay milagros.
Es impensable ilusionarse aun con pequeñeces de turismo universal, si por ahora nos
cuesta alguna/mucha/tremenda dificultad viajar a la luna, 2-3 días, y el
proyectado casi 1 año a marte, duración de viaje que comparado a escala con
aquellos roñosos años luz, estos destinos están tan cerca como la milésima
parte de un milímetro en distancia universal. Frente a tales retos somos
terrícolas extremadamente pobres en recursos, tecnología y tiempo de vida para
auspiciar turismo aventurero a distancias que superen un milímetro universal. El
distante-cercano (a la vuelta de la esquina) planeta enano Plutón y los 22 años
mínimo requeridos suponiendo una travesía “perfecta”, ya en si representa una
frontera cuasi-inalcanzable. Ilustrativo imaginar a una hormiga emprender
alegre y decidida caminata del polo norte al sur. Aunque
10 mil veces más
fácil, ni tarareando
DESPACITO ni
rapidito, tendría éxito.
Consecuentemente
la incitación de Stephen Hawking (insigne extraordinario físico), para
abandonar el planeta, como única opción que permitiría sobrellevar la tendencia
depredadora sobre los recursos naturales que arrastra la especie humana, los
efectos del cambio climático y resto de macro macabros embrollos que acosan la
existencia, es una ficción frustrante
por imposible para el presente en curso, venidero inmediato y plus re-más
lejano mediato.
Bajo
el beneficio de profetas y poéticas dotes musicales, ya Serrat anunciaba mucho
antes [Pueblo Blanco]:
♫
Escapad
gente tierna / que esta tierra está enferma / y no esperes mañana lo que no se
os dio ayer ♫…. ♫ Os juro por lo que fui / que me iría de aquí / pero los
muertos están en cautiverio / y no nos dejan salir del cementerio ♫
Frustrante igualmente
(mínimo “por no poder unirse a un vuelo de palomas… y
dejar el {pulgarcillo terruño} atrás”),
es conjeturar y comprobar irrefutablemente de forma recurrente la inoperancia,
inefectividad e ineficacia de siempre
(por 5 siglos) en quienes pueden fomentar y dirigir soluciones a la
tragedia insoluble de graves necesidades, contrariedades, apuros, urgencias, y
resto de sinónimos alusivos que describen la problemática cotidiana y
estructural que arrastra el pulgarcillo, harto conocidos los detalles por todo
mundo, pero que nadie con posibilidades reales de intentarlo (gobernando o contraponiéndose) nunca ha
podido resolver, y lo peor ni siquiera IMAGINAR
cómo remediar.
Excepto en el discurso y
golpes de pecho en tertulias. Pero es que del dicho al
hecho hay mucho trecho. A lo largo de la historia observamos sólo pulga-desnutridos
intentos con frutos de penosa chatarra impropios de celebrar… aunque siempre
hay una manada de interesados rentistas
que gustan festejar.
La deplorable torpeza
política dominante por los siglos de los siglos, entorpece derribar la ofensiva
pobreza multivariada reinante. Inevitablemente el reparto no puede ser más que
de afables nuégados.
No hemos experimentado “milagros” terrenales en ninguna
gubernatura que repercutan en un mayor
bienestar, en cantidad y calidad que espontáneamente desemboque en fiesta y
algarabía social.
Una
de las razones explicativas del porqué los gobernantes y/otros grupos
políticos, necesitan acudir persistentemente a las pomposas celebraciones (el
circo romano) del nacimiento o muerte de algún personaje disque histórico,
rimbombante a fuerza de repetirse al mejor estilo Göbbels hasta
la saciedad, igual que sobre algún suceso que haya significado empezar o
terminar algo; puros y simples
descoloridos distractores en conjunto (Cajas chinas),
que en todo caso ni figuras ni hechos
tienen conexión impactante con la desaparición o reducción de los grandes
problemas de siempre que arremeten contra el bienestar de la población.
¿No
se ha hecho nada en ese lapso de 5 siglos?
Por supuesto
que es innegable reconocer que siempre
se ha hecho algo, y ya que así como en el país de los ciegos el tuerto es
el rey, el poco fruto que produce la gubernatura tiene su incidencia, a veces
aplaudible, de ordinario meramente para rellenar con golosinas las memorias de
labores institucionales, pero con significado práctico no superior para los
impulsores dirigentes que al merecimiento de algún irrelevante certificado por
parcos resultados, en general con efectos y trascendencia para los gobernados
(en su mayoría), comparable a quien se
alimenta con “churros” y sodas
vanagloriándosele que logra sobrevivir: no muere, y quien produce los
churros hará gran alboroto publicitario sobre sus mágicas facultades
alimentarias… y… que se hace lo que se
puede, como siempre… sin relatar
ni insinuar para nada que tal subsistencia por
supuesto encarna flagrante desnutrición y mugrosa calidad de vida.
Este
último rollo del libreto “democrático” se le asigna esquivamente a la oposición de turno; actores políticos a
quienes gusta exaltar fieramente que se opone pero evidencia que rara vez
propone.
Hay abundancia relativa en el pulgarcillo de tuertos en pensamiento regio súper
EXPERTOS EN PROMETER PROMESAS.
Vergonzosamente liderando a muchísimos ciegos, inversa cualidad recogida a
causa de irresponsabilidad, aburrimiento a lo Pueblo Blanco que ha denunciado
Serrat, o simple irritado desinterés por falta de
conciencia, no obstante que la intuitiva
con-ciencia nos faculta sin pena ni gloria, admitir cómoda impotencia
que incita culposo pésame y pesimismo.
Recurrentemente
nos gobiernan, o se pelean por llegar a gobernar, una especie de dirigencia con
altanera estirpe bombero, afanosa en ser exitosa por apagar incendios
coyunturalmente peliagudos (lo difícilmente FÁCIL), con atractivo meloso al
circo de las comunicaciones, siendo ello en todo caso y en última instancia de
preocupación cosmetológica.
Medio
aparecen prospectos esperanzadores DISIDENTES o simplemente renuentes a
reproducir la misma melcocha, la barbería del ostracismo mínimo los despeina y
si se puede, cariñosamente ‘descuartiza’ su futura vida pública. Ello
seguramente activa la luz roja del semáforo
preventivo en otros que quizás tengan ideas y proyectos merecedores de ser
conocidos, publicitados y/o al menos someterse a debate; para no cruzar el río revuelto lleno de lagartos a la vista,
disfrazados o escondidos. Simple instinto de conservación. Efecto inevitable: seguir con el mismo guía y su séquito, aunque
llegasen a tener distinto nombre u origen, y que se siga haciendo lo mismo causando sin querer queriendo que se aseguren
los mismos pobres y pálidos resultados de siempre.
Si
una golondrina no hace verano
menos pretender que una que otra estrella
aisladas formen una galaxia. Peor siquiera utópicamente pensar que un simple
puñado raquítico de personajes visionarios provoque esperanza a un país, máxime
si las necesidades por satisfacer tienen una pulgarcilla gigante magnitud
reacia a desaparecer. Ya no se diga un, dos que tres o menos que poco más aspirantes
a mesías.
Uno que otro gobernante Intel-i-gente
ha transitado el pulgarcillo terruño. Muy pocos, escasos. No hemos tenido, no
tenemos ni se prevé a futuro, la emergencia de una masiva masilla de líderes y dirigentes con acceso al poder pasaderamente
esperanzadores, que encarnen un
desbordante y avasallador fuego neuronal pensante del que emane voraz incendio
al atraso y eficaz empuje de soluciones constructivas hacia caminos desarrollistas,
con sustancial y valioso progreso sin retroceso, palpable sus resultados en las
estadísticas, pero capitalmente en el sentir de la gente en su diario vivir, en
tal grado, que mínimamente por ejemplo,
ni siquiera sea desdicha nacional e importe un comino si no se califica al
mundial de fútbol.
Los
daneses, finlandeses, austriacos, etc., que padecen la misma “tragedia” de no
asistir sus selecciones a tal evento, fuera del específico momento en que dicho
“fracaso” es noticia, tienen muchos otros real grandes intereses y beneficios
en lo individual y colectivo por los que preocuparse proteger, mantener,
mejorar y acrecentar.
Han
sido arropados por gobernantes soñadores, cerciorándose de apartar potenciales
candidatos cultivadores de pesadillas.
Muy
sabido que el cadejo y la siguanaba se jubilaron sin pensión ni siquiera
raquítica. A falta de otras magnas noticias, no queda más que guardar luto o
encabronarse por y con la lluvia informativa “exhaustiva” en sandeces, de
ordinario malversada -en favor o en contra-, sobre quien será candidato, “fiscalizando” en torno a los entuertos y
despelotes que rodean ser elegido o desahuciado, o si hay algún otro ex presidente
y/o ex ministro, ex secretario,
‘alcaide’, etc., que esté por ganarse vacaciones carcelarias, y como se
desarrolla el goce de tal merecido “beneficio” purgatorio.
Cardinales avances en alternancia
de autoridades electas y en el Hipódromo que regenta las carreras para ganar el poder,
son a la orden del día parte de los vericuetos
en que se ha hecho algo, meridianamente suficientes para aunque regañadientes,
aquellos “valientes” ciudadanos acostumbrados al rodeo taurino partidario, y escudo
protector con cayos emotivos anti “escupidas” cuajadas de insultas verborreas,
por parte de los adversarios pertenecientes a la misma familia política u
opositores, a fuerza de necesidad, por conveniencia y/o emergente adrenalina
impulsora a una aventura política, compitan y finalmente acepten los resultados.
La historia de McDonald,
resulta una parodia lejana mini gemela, en cuanto al final de los habituales
cuentos truculentos de integración “familiar” en el camino, cuando a falta de
príncipe y cenicienta hay sapos protagonistas en el melodrama.
Gracias
al coro del avance democrático ahora se canta que ¡viva! la era digital dejando
atrás las ¡vivas! hertzianas, lo que a nuestra pulgarcilla manera de remozadas esferas
triangulares ciudadanas, que personifican el cuadrado del círculo homo sapiens
políticus, recientemente vigente, siguiendo el efecto demostración de las
modernas ciudadanías con círculo cercanamente esférico, bla bla bla.
Se
advierte que ante la imponente fuerza gravitacional que la época invoca, las diferencias que finalmente crispan en
rigoroso pleito político, cualesquiera que sean, las de simples disgustos u
enfrentamiento de altísimo calado, se dirimen, ventilan, zanjan y disipan,
vista la era del “internet’ que nos circunda, con operaciones digitales
quirúrgicas, pero con claro andamiaje analógico:
· -El cuento de siempre es que personajes
militantes desempeñando roles secundarios, u
otros alejados de la virulencia partidaria que pueden pasar de ser inhibidos a
participar en política o ser previos diablos detestados, a que por decreto
pragmático se conviertan urgentemente en una suerte de ángel mesiánico o Moisés
pulgarcillo, al o los que luego podría súbitamente retornársele al bautizo
original o cercano de partida como demonio mutilado, y si sale ileso de la
aventura al desarraigo político.
· -Ya que en el siglo XXI Matar/Asesinar
es de “mal gusto” y ♪BRUTUS♪ educación, con efectos prácticos más
significativos que la aplicación “justiciera” (¿?) del Código Penal (cuya
espada instrumental no se descarta quedando su uso bajo el filo del conocido
‘fuego a discreción’ –al mejor estilo de la coyuntura que vive Cataluña en
España con su proceso independentista), en rigor ha pasado a la historia que se
conspire para exterminar al
enemigo, para el que por práctico decreto su
categorización ha evolucionado a formatos civilizados que demandan concebirle
como adversario.
·
Sin embargo, al graduarse ese “adversario” o familiar
partidario renuente, ipso facto como “HP”, también por practico decreto al
gusto del que hegemoniza el mando,
al entrar en crisis la adopción o matrimonio político, resulta de moderno caché alternativamente extirparlo vía purgarle, separarlo, expulsarlo, inhabilitarlo,
desacreditarlo, abuchearlo, desterrarlo, ridiculizarlo, descargarle escupitajos
y tomatazos cordiales, y otros etc. vericuetos imaginables y factibles que
sumen heridas político-espiritual “democráticas” y/o transporten al precipicio
en caída libre al despotricado mojado en vil desgracia.
· -Ya
sea que se llame al láser torbellino Lucifer (fiscal,
juez y verdugo) encargado del trabajo “chuco”… Tribunal de “Etica” o Comité de “Etica”, o cualquier otro
título con “etílica churria o perversa disentería”, lo
seguro es que la ética es lo que menos interesa en los juicios discrecionales con sentencia preconcebida.
· -Vale decir, con guante
negruzco moldeado blanco por gracia de muchísima legía, bendecirlo con una
suerte de zancadilla defensiva.
· -Pizpirigaña que prospera,
como en el FUTBOL, según si el árbitro, es árbitro, o es el 12vo jugador infiltrado
del equipo acusador beneficiario en el partido, que se juega. Es nuestra
involuntaria por impuesta cultura electorera folklórica.
Por
más que se enumere en clave etérea, sin murmurar nombres y apellidos de las
personas físicas o jurídicas en cuestión, se sobre-sabe quiénes han sido y son
los protagonistas diversos clavo de nuestra historia política en tales
contubernios, del pasado reciente, medio lejano y en desarrollo. ¿Quiénes serán a futuro los virtuosos
ganadores de un tiquete de expulsión o exilio en vilo?
Definitivamente
como en el futbol, en el que juegan 11 contra 11, se aspira legítimamente por
los contendientes que haya un 12vo jugador, aceptable cuando este es
imaginariamente representado por el ‘rasputín’ balbuceo de los miles de
aficionados que miran el partido, en todo caso un gigante enano.
Sin embargo, por manejo cargado de los dados a favor de una de las
partes, nada mejor que tras bambalina, aunque reprobable, deplorable e
ilegitimo, que el 12vo jugador sea el árbitro, un enano gigante.
Las
histerias que causan las historias de guerra cuando no son contadas sino
protagonizadas, impiden parir mejores frutos ante la urgencia de terminar el cuento mortuorio.
Ni
ese pereque de los árbitros (¿lógicamente por su pequeñez?), la conveniencia y
anuencia de primarias para elegir candidatos a la vista de exigencias
minuciosas, requisitos transparentes que hagan harto cuestionable y cuasi
imposible cuesta arriba el manipuleo de participantes y resultados -la
sentencia de la Salsa Constitucional sobre el particular, a efectos prácticos,
es aun letra medio muerta-
;.
U otros problemas de mayor secuela, desdichadamente
no fueron negociados, ni siquiera conjeturados (si es que fuera pertinente
ventilarlos) en los sonoros Acuerdos de Paz, quedando pendientes de atención “curativa”, por
consiente valoración, intencional consentimiento al silencio pragmático o a
causa de intereses de oscura limpieza sutilmente agazapados.
Infortunadamente no se mira la luz al final del túnel que
indique estar en marcha ese recambio generacional con
envergadura de revolcón regenerativo, necesario para intentar renovar
personajes y proyectos, con actitudes y visiones modernizantes, que entiendan
las exigencias en la era digital versus la analógica, que tengan VIGOROSAS FRESCAS nuevas ideas
para atajar el camino desandado o no
iniciado, con las complejidades del momento actual, y aprovechar las ventajas
que ofrecen las enseñanzas del progreso democrático AMBICIONADO que viven otras
naciones vecinas cercanas o lejanas.
La
primera lección que salta a la vista es la alternancia por razones democráticas
neurálgicas y por sabia conveniencia. Alternancia
entre-partidos e ineludiblemente INTRA-PARTIDOS.
Otra
lección que se identifica es la conveniencia y prudencia por el bi-partidismo pluralista, únicamente
útil romper cuando hay mandos anquilosados con soberbia renuencia a la
renovación y actualización de proyectos políticos, conforme avanza la
civilización y el progreso. Conveniencia
temporal que la inercia política se encarga de corregir regresando al
bi-partidismo pluralista.
Reiterando que lo importante
no es la edad sino la habilidad. Pero con edad gastada y raquítica
pericia e ingenio, estamos fritos. Cuando hay éxito, los errores u horrores
e insuficiencias son cuasi irrelevantes. Siendo lo contrario el chambre es
profuso e implacable, con emergente prudente derivada demanda al cambio y
zarandeo de los personajes que vegetan sin ganas de jubilarse.
Otra
gran diferencia con aquellos países desarrollados o que siguen ese rumbo a galope
“despacito”, es haber superado con creces el fenómeno pulgarcillo de
institucionalidad democrática desnutrida y ejercida a fuerza de empellones,
trompones y boberías a lo Petrus Picapiedra que nos agobian, condicionan y
estancan, en una especie de democracia tétrica y tetrapléjica.
La novedad muy antigua de
cirugías plásticas en listados de los mandos
partidarios, son una estrategia utilitaria que facilita cambios que no cambian,
y ampara turbulenta adulterada legitimidad al torpedeo flagrante en línea con
un duro boicot a la alternancia generacional.
Tal
costumbre ponzoñosa de echarle zancadilla al incitante reemplazo continúa
reacia a desaparecer en la palestra política.
Quienes alcanzan apropiarse de las sillas “diferenciales”
(emplazadas como sillones para exclusivos supra dirigentes), de ordinario
obtenidas también por medio de zancadillas al competidor, no sueltan el trono
ni siquiera por accidente o aburrimiento. A lo sumo, promueven reciclaje y
refritos en rueda de caballitos. Menú
invariable: churros y choco-bananos en alternancia con choco-bananos y churros.
Beneficios y prebendas en juego para
quienes se desempeñan como titulares en el juego político, son un aliciente
irresistible para bloquear y anular cualquier peligro de relevo sutil,
agresivamente sin piedad o rasgos ratoneros de tolerancia.
No
es sorpresivo que muy previamente a que se erigieran célebres los mundiales de
fútbol, dos y pico décadas antes que ganara el premio nobel de literatura
(1957) el francés Albert Camus, quien ya había publicado dos de sus principales
obras, escribiera que lo que “finalmente sabía con mayor certeza respecto a la
moral y las obligaciones de los hombres se lo debía al fútbol”.
Las
elecciones fácilmente pueden catalogarse como un
deporte cercanamente equivalente al golf, bajo reserva de corregir el vocablo nominal
para mejor llamar a las primeras con su nombre análogo bordeando al adjetivo
zángano: deporte golf-o,
1) puesto que de ordinario aquellas bailan previa y posteriormente serpenteadas
con indiferencia en errores y
horrores desafortunados en la interioridad folklórica de los procesos, más que
en los
resultados de la votación en casi nada objetables, gracias al fruto que
heredaron los 75 mil ciudadanos, que
voluntaria o forzosamente tuvieron que emigrar de esta dimensión terrenal, paisanos
por nacimiento o al menos entierro –algunos fueron extranjeros-. 2)
Por los alcances intrascendentes
siguientes que reproducen las hordas o sordas planillas ganadoras, desembocando
desengaños y malogro de ilusiones, que
con seguridad aparecen luego con impronta inmediatez, no importando que los votantes
e institucionalidad hayan hecho su tarea a cabalidad o más que menos aceptable
durante el proceso electoral.
Sin
embargo, no son pocas… son muchas y variadas las similitudes entre el fútbol y
el deporte (golf-o) de las elecciones, al menos las que atañe al terruño de las
pupusas y las contrariedades no contradictorias del san sen sin son sun
peculiar que albergan curiosidades como la 6ta 10ma calle, el riquísimo queso
duro-blando, el riquísimo atol “chuco’, o el riquísimo etc. y etc.
Muchas
conjeturas y justas descalificaciones podrían surgir si se dudara reconocer la
importancia del fútbol para miles de millones terrícolas, incluyendo por
supuesto, pulgarcillos.
Consecuentemente
y gracias a las ondas y noblezas reflexivas que expanden los aportes
fraseológicos, en el futbol encontramos enseñanzas nada despreciables y por el
contrario muy válidas. Re-ajustando una cita de Jorge
Valdano, llamado en tertulias
deportivas filosofo del futbol, resulta un atrevimiento que no sobresalta ni
asfalta el osar murmurar, por lo que podemos afirmar, tal cual previamente fue
insinuado: LAS ELECCIONES SON LA
COSA MAS IMPORTANTE DE LAS COSAS MENOS IMPORTANTES para la DEMOCRÁCIA.
Dicho sin pretender suscitar una herejía política ni
mucho menos neciamente ambicionar sabiduría, simplemente otorgar el real risueño
pulgarcillo significado y propiedad precisa que pertenece a las elecciones, a
partir de la magistral enseñanza que data de muchos siglos como respuesta
inteligente al expresar “al Cesar lo que
es del Cesar”. Nada menos, pero tampoco nada más.
Son
SÓLO el inicio de algo mucho pero
mucho más sustancial: el desarrollo de la próxima gubernatura y siguientes, cuyo quehacer
(prioridades, políticas, programas, proyectos,
incentivos, ejemplos) y resultados (frutos, beneficios, incidencias, cambios),
constituyen finalmente
“LO MÁS IMPORTANTE DE LOS MÁS IMPORTANTE”. Desarrollo de gubernatura que hasta ahora
no pasa de auto reclamarse democrática… desfilando sobre lo que llamamos aquí EL INICIO… las elecciones.
El rollo aclamador al ejercicio democrático en simple tonada, DEBE SER POR el OCULTO MERITO inconscientemente
confeso de reconocer ESTANCARSE EN EL
CRATER (demo-cráter), SIN ALGUN ENDEBLE INDICIO QUE EL PULGARCILLO INAUGURA el proceso de ASCENDER LA
benemérita CUESTA DEL PROGRESO Y
ALEJAMIENTO DE La @#$%^&&*$#@@$*(¡@# guarida del ATRASO.
Tristemente…
el conflicto mortuorio de 12 años y otros periodos previos, terminó con muchos caídos…
un altísimo costo en paga hacía ganar un inicio
medio aceptable, que no pasa de ser eso mismo. Un desarrollo ausente sin
honrar su pago, en deuda moral por el dispendioso importe sufragado (sufrido)
del tal esperanzador comienzo. Un inicio
que no ha logrado despegar, por lo que se sigue acudiendo a la repetición del
inicio, bajo un discurso en el que reclama el re-iniciante candidato
competidor… HOY SI….
PORQUE QUE YO VOY.
Que
la infecunda exclusividad en pensamiento y noticias, de “investigación” fútil (con las famosas encuestas, encabezadas por las
universidades), se concentre alrededor
de los procesos electorales, no es un buen signo democrático, y únicamente re-confirma
el parto partido-crático trunco y
desnutrido de los cacareados Acuerdos de Paz –previamente conspirado
constitucionalmente en 1983-, apartando a dimensión terrenal desconocida, para
después, es decir NUNCA, la
reflexión aguda y parto gigante masivo de ideas y proyectos fértiles que
encaminen sin duda al progreso social, productivo, cultural y párele de
mencionar.
Tal demanda fervorosa no es fácil de aterrizar en eficaz
cumplimiento. SOMOS EXPERTOS EN PROMETER
PROMESAS. Sin faltar las acusaciones y descalificaciones al pasado y
presente que son mucho más “chiche” que producir pensamiento productivo, pues
en todo caso el “río siempre ha estado pachito”. Mejor organizar
manifestaciones, prepararse para tertulias televisivas y radiales, descalificar
al adversario familiar u opositor y respectivo Gobernante, etc. bla bla bla.
Por
cierto, la exaltación de las elecciones en un altar para fervor espiritual, equivale
a concentrar los pocos recursos disponibles para gasto en promoción del deporte
en la selección de futbol, con el vano objetivo que vaya al mundial. Los
beneficiados, de lograrse cuesta arriba la clasificación, serán unos cuantos jugadores y unos cuantos
dirigentes. La participación será a lo sumo discreta, previsiblemente
descolorida y fugaz.
No
asistir a tal contienda deportiva, no impide que disfrutemos ver los juegos con
jugadores de primer nivel, Messi y compañía. ¿Y el grueso de nuestros niños y muchachos, miles y miles, que gustan
practicar ese deporte, que sigan a lo sumo jugando en la calle, en canchas de
tierra y barro y que se los coma el tigre?
Por
cierto, que no haya otro u otros MÁGICOS GONZÁLEZ, no es el fin del mundo.
Mejor pretender magia en la educación, entre otras prioritarias actividades.
Señalando
un triste botón como muestra inequívoca de referencia sobre los inocentes chanchullos
políticos, téngase en consideración, por ejemplo, que quienes reciben seguro
médico privado y extraordinario como el tan cuestionado que se recetaron en la Asamblea
Legislativa, tampoco se replica obviamente sobre el masivo resto de la majada
ciudadana, ni de a pie ni en bicicleta, ni en etc.
No es un gasto deplorable en
sí
mismo, pero si es bochornoso que se produzca una piñatería pagada con los
impuestos de todos, sin que esos todos no tengan igual retribución,
bordeando la calificación de obscena
que se atribuye a una riqueza opulenta en medio de la extrema pobreza.
Para
entender la cuadratura triangular del círculo que embriagan las elecciones,
cuya pronta borrachera navidad recién acelera carrera hacia el 2018 y 2019 en
el pulgarcillo terruño, nuevamente con su canto madrigal, sea matinal o
crepuscular, que en todo caso no pasa de ser medieval; resulta saludable acudir
a la espiral reflexiva de Serrat:
·
♫ Gloria a Dios
en las alturas, recogieron las basuras de mi calle, ayer a oscuras y hoy
cuajada de bombillas. Y pusieron un cartel con la foto de los tres y banderas
de papel verdes, rojas y amarillas ♫
Comienza
en el pulgarcillo a urdirse el parto de otra caja china que no supera en
grandeza al cometa Halley, cuyo periodo orbital es en promedio 76 años; pero le
gana ligeramente en presencia por su recurrencia frecuente y sobre-meteóricamente
por algunos lustres de sútil torpezas: elecciones de presidente cada 5 años y
de diputados y autoridades locales cada 3 años. Bien que así sea, en favor de
la demo-cráter alternancia, como
re-mal por el esperado valor insignificante, infértil, desabrido y enano con y
para el futuro de nuestro pulgarcillo país.
Vendrán las empedradas campañas publicitarias
pendencieras, sin faltar las divinas
encuestas. Estas últimas y sus sesudos
pronósticos, nos dirán la noticia
que si fuesen hoy las elecciones… ganaría fulano… pero, como en el fútbol, el
partido termina hasta que se pita el minuto 90. Es decir… puede que así sea, lo
que sea, sea diferente, o a lo mejor que lo más probable es que a saber quién
sabe… (Chimultrufia). ¿? ¿? ¿? ¿?
A
las elecciones podría escrupulosamente tildárseles “un mal necesario”. Y si convenimos que resulta un
mal útil y aplaudible su ejercicio en las condiciones de aceptable
limpieza con transparencia vigentes, y en consecuencia por necesidad aceptar nominarles
como correctas, también hay que
recordar que “no siempre lo correcto se
ejecuta en forma correcta”, particularmente vistos los frutos que cosecha.
No
hay proceso electoral perfecto en el mundo. Pero así como se dice que ante la ley todos son iguales pero que unos
son más iguales que otros, muy válido es afirmar que las elecciones que
tienen los países son igual de imperfectas en todas las naciones, pero hay terruños
en las que estas son más imperfectas que en otros, considerando pequeñeces zanguango
importantes como son: candidatos
prostáticamente elegidos en contienda, las campañas electorales llenas de
embrutecidas y embrutecedoras mareas publicitarias, las acusaciones ida y
vuelta danzantes entre el “TU TAMBIEN” y
“TU MAS”, los compromisos adquiridos verduleros, los compromisos fantasmas
que anticipadamente se sabe no se cumplirán, la demagogia frívola reinante que
oferta viajes a Marte, los “negocios” políticos venideros ocultos bajo la mesa planificados
o por imaginar si se llega a gobernar… y párele de contar dado el peligro que
se vaya a frustrar.
Las
elecciones resultan como
una foto cuyo contenido permanece invariable en el
tiempo, pero sus colores e imagen son cambiantes tanto como para aparentar ser
más vistosos.
Ese
es el logro que más o menos se garantiza copiar de los avances observados en
otros parajes, destacando el uso y negocio continuamente de renovadas
tecnologías para el culebreo del cuento, envío y si es necesario recuento de
los votos. Principal cuasi única conquista. El resto… irrelevante para muchos aunque maravilloso para quienes directa o
indirectamente fueron favorecidos ganadores depositantes de la confianza de su
merced la ciudadanía pueblo votante, cuyos votos no eligen.
Todo
es culpa del pasado mustio mítico.
Según
el calendario universal que registra el tiempo por medio de un infinito reloj
sol-digital cuyas celdas eléctricas recogen y almacenan la energía que irradia la
luz de las estrellas, el cual reclama a la fecha una existencia minúscula tan
insignificante como míseros 13,700 millones de años, diremos que no mucho más
atrás que hace un par de segundos universales (simples dos mil y pico tantos
años), reunidos en secreta tertulia pública cósmica, Apolo, Atenea Zeus, Venus,
Poseidón y Hermafrodita, entre otros dioses y diosas, se encontraban
dilucidando sobre el dilema si heredar a los humanos terrenales ESPERANZA pura
o ELECCIONES estridentes, para
cuando en materia de evolución alcanzaren la mayoría de edad civilizada.
La
sabia-equivocada conclusión
sentenció aprobar por votación unánimemente teocrática: ya que no hablamos de
“a” ni de “b” que sean todas las “e”… esperanzas
(por accidente quizás muchas)… a través de elecciones
(las que aguante el poder que regenta el cuerpo potencialmente electoral), en
aras que viva bien y con bienes que
ustedes mortales dirán para quien.
Algunos
han “decidido” que la repartición benevolente sea para los pobres sacrificados
con míseros salarios de ministros y equivalentes, fiscal general, magistrados
supremos supra urgente renunciantes minutos terrenales antes de su partida de
la ‘changoya’ para recibir falsas bonificaciones, embajadores sin embajadas que
gocen el mérito inmaculado de pisar territorio extranjero conforme al derecho
internacional, y otros mini masivos etc. cargos públicos, aparte de la
“natural” insolvente desigualdad eterna con que se reparte el pastel productivo
que permanece privado.
Y este es el punto neurálgico. Las prebendas
y beneficios que se pierden al no ser el titular, tal cual jugador de fútbol
que por cansancio o insuficiencia conviene ser cambiado, y se resiste con
pataleo abandonar el terreno de juego.
La
vigencia del rollo que hay que presumir
inocencia mientras no se demuestre y compruebe lo contrario, es tan útil
como lógico, y su vigencia en diversidad de naciones refleja cierto avance
civilizado con el mote de modernismo, en grado tal que incluso es un común
vital principio constitucional de la mayoría sino todos los países.
Y
este principio principito, con el que no tiene relación alguna ni
responsabilidad el insigne bohemio escritor y aviador francés Antoine
de Saint-Exupéry (aunque su esposa
fuese además de escritora, casualmente interesante de origen pulgarcillo
– la ciudad de Armenia
en territorio Guaymoco según su nombre originario pipil-); a lo pulgarcillo tiene como hermano gemelo pasmoso pero principio
práctico para la diaria cotidianeidad, la presunción
que casi todo comienza bien, tan
bien que de ordinario en los lapsos circundantes sigue bien… y que `medio revisando la
historia del pasado, la historia del “presente” y presumiblemente con sobrada
probabilidad de verificarse la
“historia” del futuro que se avecina… el tal inicial “tan bien” irremediablemente tarde o temprano termina siempre fatalmente bien… pero BIEN MAL.
¿Por
qué? Aunque se entablen avances, no
pasan de ser paupérrimos, a veces, entiéndase siempre, pronto desaparecen y/o
empeoran. Real DEMO-CRATER.
Si el rio está pachito no es culpa del rio que se reconozca lo incuestionable
por sumo evidente.
Las elecciones
pareciera que tienen como exclamado alias el nombre escondido de LAURA. Con sañuda
extensión interpretativa mini pomposa no oficial del Código Da Vinci, vale
murmurar que en tiempos cercanos (hace 4 tristes décadas) fue Rafael quien nos advirtió la maldad imponente
e insuperable cuando LAURA no esté presente, al decir ♫ NO SE SI EL MUNDO ES EL DE SIEMPRE, PERO …YO LO VEO DIFERENTE…
CUANDO TU NO ESTAS NO TENGO A NADIE ♫.
Y
así, buscando amarrar a Laura… se dio inicio en el pulgarcillo a esa “nunca
más” odisea incivilizada que pernoctó al terruño por 12 años.
El
pulgarcillo es un ejemplo ‘científico’ corroborante que entre el dicho y el lecho, aquí penosamente SI hubo MUCHO trecho mortal de nada menos que 75 mil
almas, de cuando en vez recordadas para la justificación de algún
pronunciamiento o acusación ultimadamente intrascendente por infecundo e
inoperante para las víctimas y familiares.
Poco se reconoce el tal hecho, y más se enfatiza según
convenga oportunamente explotar en el electorado el dicho.
La
sencillez y humildad propiamente natural de los electores que se refugian
emocionalmente con mambos
conformistas, solo puede ser entendida por la
liturgia musical de haraganería reflexiva que encontramos en “Laura non ce” del
cantante Nek cuando dice… ♫ esta noche inventaré una tregua ya no
quiero pensar más…♫
Primitiva explicación que auxilia para entender lo incomprensible e indefendible, pero
innegable realidad: la existencia
del voto duro.
Aquel que, independientemente de quién sea, vota por el ‘bendecido’
partidariamente como candidato ungido por las cúpulas; voto sostenido por quien no quiere pensar críticamente; votantes para quienes reflexionar
valorando diferencias, credibilidad, honradez, capacidad, compromiso, etc., es
una pérdida de tiempo; el que a
mucha “honra” profesan los votantes ciegos de los oídos y sordos de los ojos; el único voto atrofiado cual apéndice
gigante pero ultra útil por el peso proporcional que engendra en el conjunto
del electorado, no importando que sea penosamente rebuznante, no importa que
sean simples números cuantiosos relativamente importantes sin real importancia,
excepto cuando se llega el día domingo X calendarizado para la votación.
Es el voto que a diestra y siniestra, simplemente hace vigente
la denuncia de Serrat: ♫ Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se
dan la mano sin importarles la facha ♫… si pertenecen a la misma religión política.
Y Serrat anticipaba la sucesión de hechos terminada la fiesta
(electoral): ♫ vuelve el pobre a su
pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misa… se acabó, por
una noche se olvidó que cada uno es cada cual ♫.
Bueno,
amén. Cuando al canario y cualquier pájaro en general bajo condición de presa en cautiverio, se le abre la jaula… ipso
facto, previa inteligente veloz evaluación y reconocimiento del cambio que
significa oportunidad de fuga, sin mínima dependencia de la máxima que si es o
no cierto que “la educación os hará libres”;
en un santiamén escapan, alzan vuelo.
Contrariamente,
aquel pájaro que no puede volar porque nunca aprendió a volar, como el
electorado con voto duro que no pasa de ser fans a rajatabla, quien gusta un
único tipo de tonada político-musical, fruto que a lo sumo se le adoctrina con
facilidad pasmosa, termina deambulando con ceguera visual y auditiva acompañada
de ceguera del pensamiento… por lo que no pasa de ser un pájaro que aunque
tenga alas no vuela con miras al trabajo afanoso que procura insertar en los
instrumentos legales electorales medidas que conviertan en requisito y máxima
inalienable el real derecho a votar para
“elegir”.
Por
el momento las elecciones son como en el deporte: la majada fan en los
graderíos no pasa de ser auditorio al que se entretiene, sin ser protagonista
en el campo de juego. Igual se grita y balbucea… pero no se meten ni detienen
los goles.
UNA MENTIRA INTELIGENTE ES AQUELLA QUE SE ARROPA CON
PARTES VERDADERAS
Al
voto duro no le inquieta hurgar si hay “verdad” alguna, o al menos aparente, en
el bombardeo proselitista que desayuna a huevo y/o a gusto ‘28’ de las 24 horas televisivas y
radiales diarias durante el periodo
electoral. Ni siquiera demanda la cortesía que se le embadurne con mentiras
inteligentes. Suficiente con la cancioncita himno amniótica, dado su vil
espurio y baladí patrocinio del ‘páter’ partido que “resguarda”, para recordar
que hay elecciones pronto, esperando ‘patrióticamente’ que llegue el día “E”,
para volar a marcar con buen pulso la encomiada X en la banderita de su aleccionada predilección. Punto.
No
es extraño que se diga que la corrupción es como el aire acondicionado: la
primera vez, vemos el beneficio novedoso del cambio del clima inmediato, pero
nos molesta el ruido… reclamamos y el técnico (LOS POLITICOS) nos dice: no se
preocupe, después de 5 días, se acostumbrara. Con seguridad al voto duro no le importa el ruido de la
corrupción y resto de insuficiencias diversas (educativas, ecológicas, en
producción y empleo, de salud, etc.).
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Hemos
murmurado hablando del cambio que si cambia, ante el que tristemente somos “videntes
para quienes el privilegio de no ser ciegos de la vista, resulta inútil –viendo
los números que definen generalizar-, puesto que abrumadoramente somos ciegos
de pensamiento: eligiendo (VOTANDO POR) un presente lleno del pasado que
persiste en pasar a paso lento casi inmóvil”… cuando entre otros, actuamos como
“electores” en electorales procesos circunscritos dentro de los muros
paupérrimos de la democracia tropical que nos arropa, fielmente prodigiosos
alumnos que irremediablemente dan vida terrenal a la paradoja de Aquiles y la
tortuga: NUNCA llegaremos al objetivo, sí es que hay un objetivo trazado para
todos.
Si
a medida que pasa el tiempo no se supera el pasado sino que le agregamos punzantes
y angustiosas dosis de sal mezclada con ácido ponzoñoso, muy a que la medicina
resulta peor que la enfermedad… el virus muta y se reafirma triunfante
impunemente.
Nunca
llegaremos al objetivo por y para el que ganamos sufridamente a tener derecho a
un inicio decente: ELECCIONES LIBRES
Y QUE SE RESPETEN SUS RESULTADOS.
Decencia
inicial medio lograda pero en cuyo transcurso previo y posterior, SE MALOGRA,
lo que garantiza sin defensa el arribo y supervivencia de INCOMPETENTES
DIRECTORES POLÍTICOS, LIDERANDO EQUIPOS ENJAULADOS SIN MARGEN DE MANIOBRA
CREATIVA, CON NULO ALICIENTE Y ATROFIADO VEHÍCULO CONDUCTOR, ATAJANDO EFICAZMENTE
EMPUJAR LAS RIENDAS HACIA EL PROGRESO Y DESARROLLO CON FRUTOS QUE REALMENTE
REBALSEN A PRIMERA VISTA EN EL CONJUNTO DE LA SOCIEDAD PULGARCILLA.
Incompetencia
en buena parte explicada por la incapacidad, anacronismo y empecinamiento al
recambio generacional. A falta de Rey, en el pulgarcillo pululan monarquitas
con-dones reacios a jubilarse del escenario político. No se pueden pedir peras
al olmo. Siguiendo los mismos se hace lo mismo y se cultiva el mismo fruto. No
puede haber un después floreciente, si el inicio se inicia y se inicia sin
arrancar, por el deporte golf-o que se practica; en una suerte de círculo
vicioso inescapable.
Juan-cho