La Semana Santa es otro experimento socio-religioso
en la cristiandad. Recordar y revivir la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo.
Pero como hasta los magnos eventos religiosos evolucionan, a un veterano de 68
como yo, el evento ya no es ni la sombra de cómo era en 1960.
En esa década, la ciudad capital era 4-6
veces más pequeña, con 4-6 menos gente por cada 10 habitantes y con 60-70 árboles
más de cada 100 de hoy.. No existían luces de sodio o mercurio, mucho menos
LED, pero cuando la Semana Mayor llegaba la gravedad de la mística celebración
era más acentuada y más solemne.
Toda la semana casi 80% del comercio
paralizaba, la radio y tv en cadena nacional dándole y dándole a la historia de
la vida, pasión y muerte "del Hijo de Dios".
Creer ir al cine cómo salida al tediosos bombardeo
del mismo cuento era opción para "salir de esto", se equivocaban, era lo mismo como
si las narraciones de la radio, o los diarios eventos en las calles, se
hicieran visual.
… Y miles de salvadoreños trabajaban día y
noche desde lunes santo hasta viernes por la mañana haciendo vistosas alfombras
de pintado aserrín y cajuelas para un tan sólo momento que duraba 10-20 minutos:
El paso del Santo Entierro.
Yo estoy de acuerdo en la evolución, ya muy
poco, se practica todo eso, ya tenemos otras diversiones tecnológicas para
suplantar y derrotar el tedio de lo mismo…
La evolución es tan pronunciada que ya no
asombra saber que hoy el humilde religioso, el pastor de corderos, el jerarca
de la iglesia, el dueño del templo, del tabernáculo, más el revergo de flora y
fauna religiosa, hoy son banqueros, mareros, diputados, pederastas, violadores
y vergueadores de mujeres, o potentados "non-denomination…"
Es la evolución.
Pero en mi mente, tocante a esta santa semana, aún queda el sosiego recuerdo de la niña Tinita y la niña Chitilla, dos mujeres que no buscaban santidad porque ya nacieron santas, no buscaban riqueza porque ya la tenían, no buscaban arrogante fama porque de nada les servía…, y no eran desviadas sexuales porque eran devotas mujeres de El Eterno… Por eso ellas nunca mueren en mi diminuto mundo neuronal.
Mis deseos qué al calor familiar disfruten el santo momento.
Tamen
2022
Wikipedia dice que mi santo, San Jorge de
Capadocia, fue un soldado romano famoso y que murió mártir en
el 303 d.C. Pero en el Siglo IX alguien escribió que había "matado un
dragón" y se hizo súper popular en el mundo, al terrícola
le encula eso...
Varios países europeos tienen ciudades con su nombre. En USA hay un
estado, Georgia, que deriva de su nombre… y allí está la República
de Georgia que se acaba de dar verga con Rusia. En español no
hay femenino para el nombre Jorge, porque "georgina"
es anglicismo.
Mi tata alegaba fue mi madre que buscándome nombre vio el
santo del día en el calendario, le gustó, y me clavó Jorge, la
misma fecha que murió el dragon slayer…, pero llegó Paulo VI y
lo sacó del calendario por un rato aduciendo era chafa,
protestas mundiales hicieron a Juan Pablo II regresarlo al
calendario… y me devolvió mi santo.
Los santos para mi han sido y son -algunos, no todos-, Homo Sapiens
extraordinarios, como Jesús, Buda, Mahoma, Confucio, Maní, Mitra…, pero más
importante es que muchos de ellos dejaron este planeta sin haber sido reconocidos
por nadie, ni aún la iglesia católica, la única que se ha
quedado con la onda de los santos.
A esos terrícolas que pasan desapercibidos, que llegaron
y dejaron un legado, una huella humana, pero no necesariamente
un "milagro" reconocido por nadie, son los santos que yo admiro,
venero, recuerdo…, son muertos que en el mundo viven…, parafraseando la
famosa estrofa.
En mis años de formación recuerdo una especial instancia
en la cual se me enseñó religión católica. Dos excepcionales
mujeres que considero fueron verdaderamente santas durante
mi infancia…, al menos para mí…, dos viejecitas de apellido Batista Mena que
daban catecismo en su hermosa casa los sábados por la tarde a
los monos chucos de los mesones circundantes del viejo San
Salvador de los 60.
A estas dos mujeres las recuerdo como que fue ayer.
La "niña" Tinita era una mujer blanca, pelo canoso,
y aparentemente más saludable que su hermana la "niña"
Chitilla. Tenía una suave y agradable voz, dócil andar y paciente hablar.
Era la más envuelta en ayudarnos a saber la vida, pasión y muerte de
Nuestro Señor Jesucristo…, aprendernos de memoria el Credo, Ave
María, Padre Nuestro.
Las viejitas Batista Mena nos daban golosinas, refrigerio y un cuartillo de
tres centavos con tal de atraernos al catecismo que daban
todos los sábados.
Cuando estaba en segundo grado ellas me enviaron
"becado" al colegio Espíritu Santo, quienes patrocinaron
y pagaron todos los gastos para mi Primera Comunión.
El colegio Espíritu Santo estaba ubicado pegado a una dulcería en una calle
aledaña del viejo Cine Majestic de la Avenida España.
Era una casa que se veía pequeña desde la calle pero ya dentro era enorme y
de dos plantas. Era un colegio para la clase alta de allá por 1962.
Llegamos seis "becados" a la clase de catecismo los
días martes y jueves por la tarde y que duraría tres meses…. Lo que hoy,
aquí en Houston, la iglesia católica requiere dos
años y $160 dolores para hacer la Primera
Comunión...
¡Qué viva el capitalismo!
Una chava preciosa de 14-15 años, de alguna acomodada familia,
nos reunió en el pequeño patio y nos comenzó hablando del
Génesis, ella era bella y ese primer día yo no oía, sólo
la veía.
La imagen de la "niña" Tinita sentada en una
mecedora en la amplia ventana con balcones coloniales mirando
la gente y los carros que pasaban por la 11 Avenida Norte que
terminaba en el parque infantil, cerca del histórico centro
de San Salvador… quedó grabado en mis neuronas…, y ni el guaro, la
mota, el tabaco, los culos, ni el capitalismo me han hecho borrar esa
imagen.
No recuerdo se me haya enseñado la biblia en mi escuela
primaria Joaquín Rodezno, tampoco lo recuerdo en mi secundaria
en INFRAMEN, parece que el volado "separación
iglesia-estado", por el que hoy los gringos se dan verga, ya lo
practicábamos en Cuzcatlán del quinto mundo.
Pero fue en Historia de segundo curso con el burrito Perla
Flores cuando se me enseñó sobre Reforma y Contrarreforma,
lo más cerca de religión que estudiamos en el INFRAMEN.
Yo personalmente creo más en las santas que en los santos,
pero no en el sentido sexual, ni del significado religioso, sino en el humano…
Y creo las grandes religiones han curtido el concepto Fe y
Esperanza, que hoy se ha hecho "libre mercado".
Todas las guerras hoy tienen trasfondo religioso y el dogma está tan desviado que
hoy los terrícolas invadimos, masacramos, y nos aterrorizamos tratando
de demostrar cual "dios" es el mejor.
Y tengo amigos que me han echado bola negra porque yo no
creo en el dios Yahvé que se inventaron los hebreos.
Y muchos usan a este "dios" y a El Nazareno como arma
de terror, venganza, mortífera... Lo weaponize como dicen
los gringolandeses.
Dios no castiga a nadie. Nos dio Libre Albedrío para
castigarnos solos con nuestras propias acciones.
Definitivamente yo oro, imploro y adoro un diferente Deus.
Hoy estoy muy seguro que El Nazareno que me
enseñó hace 50 años la niña Tinita y la niña Chitilla no
es el mismo a quien hoy los terricolas oran.
Tamen
.
Originalmente posteado el 11de agosto del 2011