Este es nuestro flamante frente del Teatro Nacional de San Salvador en una foto de 1900, giro de siglo, cuando aún no llegaba la luz eléctrica a El Salvador.
En primer plano a la izquierda está la hoy Plaza Morazán, la cual no es ni la sombra de ahora. Está enrejada. Las calles aún no eran pavimentadas y no había sistema de drenaje para las lluvias, las "calzadas", empedradas, donde cruzaban los tranvía halados por mulas, eran en forma de V, el centro de la calle estaba en nivel bajo para que circulara el agua en medio.
El Teatro Nacional, según los libros de historia, fue construido en 1879 por el arquitecto alemán Augusto Hegel.Fue renovado de 1911 a 1917 por el italianoAlberto Ferracutti, el estilo es renacentista y por primera vez se comenzó a usar el concreto armado. El teatro se reinauguró en 1917.
El primer el Palacio Nacional fue construido de 1865-1870 en unpredio que se conocía como "casa del níspero" cuando la bandera salvadoreña impuesta era burda copia gringa. Se incendió en 1889 (alguien le prendió fuego aseguran unos historiadores).
La foto muestra la fachada del Palacio Nacional 24 años después, en 1924, luego de haber sido reedificado entre 1905 y 1911. La construcción estuvo a cargo de José Alcaine y supervisión del Ingeniero José María Peralta Lagos. Yo aprecio que después de un siglo de existencia el Palacio Nacional no ha cambiado mucho... Los transeúntes son militares luciendo los uniformes castrenses de la época.
En esta foto, tomada desde el Palacio Nacional, se aprecia el costado oriente de la catedral de San Salvador en 1905. esta catedral fue edificada entre 1880-1888. La primitiva catedral data de 1566, cuando la orden de los dominicos movió su convento iglesia del barrio Candelaria a su actual lugar.
Esta iglesia convento de los dominicos fue la base de la catedral de San Salvador. Esta catedral dominica sufrió serios daños durante el terremoto de 1854 y quedó inservible en 1873... La segunda catedral de las fotos mostradas se incendió en 1951, finalmente en 1956 se comenzó a construir la presente catedral..., que sería la tercera catedral
Este es el hospital de niños Benjamín Bloom, terminado en 1928, en esta foto de 1929. Recién construido. Hoy es la clínica 1º de Mayo del ISSS. Pero en 1965 este hospitaltodavía se veía igual y en el mismo lugar porque cuando yo estaba en quinto grado estuve siete días en este edificio sufriendo de fiebre tifoidea.
Este es el edificio del hospital Rosales, la clínica del pueblo. El hospital se comenzó a construir en1891 y se inauguró en 1902, no se ha construido otro y después de más de 100 años sin propio mantenimiento el hospital está en mortal deterioro. El nombre deriva de José Rosales, un bien conectado salvadoreño a finales del siglo XIX. José Rosales donó el dinero y el predio para la construcción del hospital que lleva su nombre y su estatua adorna la entrada principal.
De 1978 a 1980 fui estudiante practicante externo en este hospital, lo volví a visitar en 2009 y me di cuenta del descuido que este hospital ha sufrido.
la Rotonda de la facultad de medicina, antigua escuela de medicina, y de 1978 a 1980, también recibí clases en este edificio que entonces parecía el mismo que se ve en esta foto de 1905.
Me pasan el ron ron que se está "estudiando" en la Asamblea Legislativa una clausula de “derecho de respuesta” para ser ventilada en la primera sesión de la Asamblea en 2012.
Por supuesto propuesta auspiciada por Arena y se trata de "obligar" a medios impresos, sitios web, aún blogs, permitir imprimir "la entera" nota de respuesta.
La idea que proviene de la derecha nuestra muestra claramente el impacto aunado con el temor la influencia que las redes sociales y los blog políticos ejercen sobre la población votante y en general.
Con la llega de las revueltas árabes, Occupy USA, indignados, y hoy los rusos anti Putin (lo acaba de decir el mismito Putin), es claro que estas revueltas no tienen líderes definidos, taquilleros; es más, nadie los invocó, ellos se unieron a través de las redes sociales en internet y comenzaron las revueltas... aunque bajo de agua quizá alguien también tuvo que poner feria.
Si existe un líder común en estas revueltas debían ser las redes sociales… El quinto poder.
Cuando la derecha oligárquica tenía el monopolio informativo nadie pidió derecho de respuesta, de allí que empujar por el derecho de respuesta ahora que ya no tienen el monopolio es descarado y turbio, y muestra cuán gañanes son.
El problema con el pensamiento derechista capitalista es el dinero. Para la derecha oligárquica capitalista, y algunos diehard, es más fácil entrar en el ojo de una aguja que saciarse o sacudirse la ambición por dinero. De allí que si no pagan o untan manos sus redes sociales y blogs no furulan porque no hay ideal, el dinero es la cumbre del ideal, y de allí no pasan pues la materia se acaba y muere el ideal…, pero por un inmaterial ideal el terrícola ha alcanzado las más altas cumbres del esfuerzo humano.
¿Alguien se acuerda de la revista web "Centroamérica 21"?
Aparentemente las redes sociales, blogs, foros y clubes en la red son dominados por la izquierda porque son constantes, dinámicos, independientes…. No los mueve el dinero. Por ésto el pensamiento de izquierda guanaco ha mostrado ser más ideológicamente imparcial y equitativo que el pensamiento ciego y servil de derecha.
En mis viajes a sitios web de izquierda he notado que la mayoría son medios digitales abiertos a la crítica, y en mi blog, como en otros de izquierda, no se exige nada más que tener cierta madurez y clase cuando discordar temáticamente, ni el nombre se exige, y no hay filtros.
¿Qué más "derecho de respuesta"?
Vienen elecciones y de nuevo la red jugara un papel en ella, pero no todos los que apoyamos al frente comulgaremos ciegamente con el FMLN como pasó en 2009… Yo ya probé la naranja y resultó ácida.
Como ya es evidente al visitar ciertos blog de izquierda, o los medios cibernéticos de izquierda light tales como el Faro, Contrapunto…, el FMLN no tendrá el mismo respaldo y total filiación que tuvo en 2009.
Lo mismo que sucede al FMLN pasa con Obama en USA.
Al menos que nazca un movimiento serio como el de marzo 1974 y anulemos los votos. Nosotros los salvadoreños, como los gringolandeses, nos hallamos en el dilema que en 2012 nos tocará votar por el monstruo de la laguna negra o el conde drácula.
"La Navidad ya no es como antes", esta frase se la oí decir a mi bisabuela, mi abuela, mi tata… y yo la he pensado, pero nunca la he expresado porque es irrelevante... Navidad siempre ha sido la misma endiferente textura.
Mi opinión personal es que la fe religiosa es una necesidad vital como la comida, la dormida, el sexo... Nosotros los terrícolas creamos la fe religiosa debido a una necesidad por respuestas que nuestros antepasados no comprendían… Dios, como cada terrícola lo concibe, hizo fácil contestar preguntas tales como ¿Qué ondas con el sol, la luna, el fuego, los terremotos…?
El problema es cuando la religión se convierte en intolerancia...., "mi dios es mejor…, mi religión es la verdadera…, mi ´verdad´ es la mera neta"…
"Saque su ángel...", decía el anuncio decembrino por Tv en mi terruño de los 70s… Pero muchos terrícolas que abrazan con devoción la fe religiosa se le pelan los cables gracias a que los líderes religiosos trastean con los conceptos religiosos.
La Natividad ha sido una de estas aberraciones.
Mi tía, única hermana de mi fallecida madre, murió en 2006, ella era devota Testigo de Jehová, el problema era cuando llegaba Navidad.
Su religión prohibía a mi tía celebrar Navidad y otras festividades familiares como cumpleaños porque son celebraciones que "no aparecen en la Biblia"... En la Nochebuena (que la mera neta es que NO está en la Biblia), mientras la familia en Houston se reunía en la sala a bailar, chupar, comer, platicar, compartir la alegría del momento…, mi octogenaria tía estaba encerrada en su cuarto y no salía para nada.
Mi familia en Houston, fervorosos católicos todos, no comprendían este volado como nunca me han comprendido por qué yo abandoné la religión hace años, y mucho menos digieren mi entendimiento sobre mi creencia en la tergiversación sobre la divinidad de Cristo.
Durante la Nochebuena, la familia me pedía entrar al cuarto de mi tía a "lavarle el coco" para que corrompiera su fe religiosa y ella saliese a chupar, comer y disfrutar con el resto de mi tribu, pero yo siempre replicaba que no seré religioso pero respeto las creencias y la fe religiosa como cada cual practica y mi tía tenía todo el derecho en el mundo en mantener y morir con sus creencias religiosas.
La Navidad es un momento espiritual, comercial y pagano pero se ha convertido en una necesidad imprescindible del mundo cristiano
Paz, Amor, Salvación… ese es el símbolo navideño para mí y yo me inmerso en el espíritu de Navidad sin necesariamente creer en el dogma religioso.
A pesar de la humillante retirada gringa de Iraq, de la que nadie quiere hablar. Además del juicio del soldado de inteligencia Manning (que hoy resulta es canela), quien encueró a los gringos regalando secretos diplomáticos que los dejó al descubierto. Finalmente, pero no último, después del vergaseo político sobre el presupuesto y el sí o no sobre el oleoducto de Canadá…, la derechista prensa gringa quiere que los gringos estén más aguja sobre la nominación presidencial republicana.
Existe una ofensiva del sector financiero liderado por elementos sionistas, familias oligarcas del sector energético y de un sector anglosajón evangélico sureño racista por derrotar al mal querido Obama el próximo año…, como también un poderoso sector izquierdista de los sindicatos, gremio de abogados y liberales, todos unidos estuvieron para derrotar al odiado George Bush del 2004.
Pero entre los candidatos fascistas republicanos hay un hombre de 76 años que cuando se retiró, en vez de sentarse a contar sus memorias, decidió hacerse político full time. Se llama Ron Paul y es doctor en medicina, además que es el popularmente elegido y reelegido muchas veces Representante Federal del 14avo distrito en Texas.
Ron Paul tiene propuestas políticas rechazadas por poderosos sectores tradicionales y aborrecidas por los líderes afroamericanos… pero son propuestas amadas por la juventud anglosajona quienes desde hace muchos años le dan un fiel apoyo como se lo dieron a Grateful Dead en los 80s, 90s.
El doctor propone transparentar al secretivo Boarddel Fondo de la Reserva Federal… aquí está el macizo que tiene la llave a la plata gringa, quien maneja las finanzas…, y desde los 70s su jefe es un sionista políticamente impuesto por el Lobby AIPAC... por proponer ésto, que hace sentido, hoy Ron Paul es tildado y atacado por "antisemita".
Ha propuesto el small govermment, que significa que el gobierno se deshaga de varios ministerios como educación, transporte, comercio, energía y que estos sectores se privaticen lo cual afectaría a los afroamericanos y minorías hispanas que son los que más se benefician de los proyectos de estos ministerios.
Pero la madre de todas las proposiciones es ésta que ha emputado a la industria del armamento, a los warmonger o halcones derechistas… y a los sionistas.
Él fue el único diputado republicano en votar en contra de la invasión iraquí.
Ron Paul sencillamente propone dejar de ser imperio. Punto.
A esta postura política la derecha republicana le llama Libertarian.
Ron Paul dice que USA jamás debía hacer alianzas con ningún país, intervenir militarmente en otro país o conflicto mundial, y lo más "repugnante", parar de regalar billones anuales de dólares de los taxpayersa Israel, Egipto y el mundo… usar las armas solamente para defender la integridad territorial y dejar que el resto del mundo enfrente y resuelva sus propios problemas de acuerdo a su cultura, costumbre y estereotipo.
Dejar de joder a la demás gente, en buen guanaco.
A esto yo le llamaría tratar de humanizar el fascismo.
Pero aunque es popular y tiene seguidores, la prensa gringa dominada por sionistas no le da ninguna chanza a Ron Paul de ganar la elección republicana.
No sé cual es más peligroso si el tradicional fascismo republicano anti minoría, pro sionista y pro empresario, o el libertarian propuesto por Ron Paul…
..., de lo que sí estoy seguro es que las dos ofertas son anti hispana y anti pueblo.
El compa Carles Puyol, quien participa con comentarios en la dinámica del blog, me ha enviado esta colaboración que hace saber escribió en 2003 con motivo del aniversario de la Masacre en El Mozote. Carles me ha pedido compartirlo en el blog y por primera vez en los casi cuatro años del blog Cuscatlán publico a un colaborador. Gracias por escoger el blog Carles!
Aniversario de la masacre en el Mozote
Ayer, El New York Times publicó un artículo con motivo del reporte Valech en chile, que detalla la indemnización a las víctimas de la represión y tortura por la dictadura Pinochet respaldada por los Estados Unidos en los setenta.
El articulista es Rafael Gumucio, hijo de una de las víctimas que sobrevivió la brutalidad de las torturas y que fue liberada.
Lo interesante del articulo( que originalmente fue publicado en español en el periódico Ultimas Noticias en Chile) es que Rafael hace una apreciación diagnostica del trauma que significa para una sociedad ser víctima de un proceso de “extremorefinamiento cultural y científico que definitivamente no es producto de arranque de locura o desenfrenada criminalidad” como fue la represión y tortura institucional que nuestros pueblos sufrieron en esos años; científicamente se ha comprobado que las víctimas de tortura sufren la atrofia del sistema límbico, que es la parte del cerebro que procesa las emociones y la victima se convierte en un enfermo emocional, en un alguien que no puede expresar sus emociones adecuadamente; imaginémonos lo que sucede a nivel de sociedad en donde un alto número de sus miembros ha sufrido directa o indirectamente esa tortura, porque recordemos que no solo sufre el torturado o el asesinado sino que toda su familia, el vecindario, los compañeros de estudio, de trabajo, amigos etc. En consecuencia la sociedadqueda enferma.
Gumucio en su artículo relata que él se hizo el muerto cuando la guardia vino a su casa a capturar a su madre, el era solo un niño, pero pretendió estar muerto para evitar que se lo llevaran a él también y él describe que desde entonces parte de él ha estado muerta, ahora el es un adulto y su madre una profesora universitaria jubilada.
Ahora imaginémonos el sentimiento de culpa generado cuando uno sobrevive mientras sus compañeros pagan el máximo sacrificio, como me sucedió a mi cuando logre salir libre de Mariona después de haber sido desaparecido por la policía nacional por varias semanas, no fue un motivo de alegría, fue mas de angustia de dejar aquellos con los que compartí las penurias del encierro y con algunos la humillación de la tortura cuando nos tuvieron en el cuartel de la desaparecida policía nacional, es la sensación de abandono, de culpa por el privilegio de ser liberado del suplicio, del que nunca me he podido liberar a pesar de los anos.
Refrescando la tragedia del Mozote, que todos sabemos que no fue la única, solo me imagino que tan traumados están los sobrevivientes de esos caseríos y pueblos, los que no tuvieron la oportunidad ni siquiera de responder a los disparos y las bombas desparramados sobre ellos.
Para muchos ayudo la catarsis de enlistarse en la insurrección, pero acordémonos que no fueron muchos, además los que tuvimos esa oportunidad todavía llevamos en la mente y el Corazón la imagen del compañero caído, del herido, del secuestrado, del desaparecido etc.
El haber leído ese artículo me ha llevado a la reflexión de que en la actualidad la sociedad salvadoreña está enferma, nos convirtieron en un conglomerado de masoquistas, que aun sabiendo que los mismos que nos gobiernan son los mismos que nos torturaron y masacraron en el pasado , seguimos votando por ellos manteniéndoles en la posición de poder decidir por nuestras vidas como un acto de resignación, ya que los posibles redentores de nuestra sociedad posiblemente padecen el mismo mal y no encuentran el camino porque se han encerrado en su propia concha de protección política donde se sienten seguros y perpetúan su paranoia que no les permite adaptarse a los cambios de la modernidad política participativa.
Chile es ahora la gran esperanza, el ejemplo a seguir, a buscar la reivindicación, la justicia de la indemnización no monetaria, sino la más importante, la moral, para ser libres de buscar un futuro mejor para el conglomerado, porque en una sociedad enferma como la nuestra de nada sirven los doctorados, licenciaturas o tecnologías si no se comparten con la sociedad, nuestras universidades( si a muchas se les puede dar e se título) han caído en un letargo patológico, están casi en el anonimato(?Donde está el análisis científico, la participación popular?), en cambio se siguen manteniendo vivos los aparatos de represión(léase ejército) ya caducos e innecesarios en esta época, y todavía nos dejamos imponer políticas en la misma dirección(léase “mano dura”.
?Cuando vamos a tener esa terapia de liberación, cuando vamos a ser capaces otra vez de oponernos al insulto de los que se dicen fuertes, cuando va a aparecer ese terapista que sea capaz de ganarse la confianza de este pueblo enfermo?
Ya nos mataron a varios, pero todavía hay esperanza, Felíz Navidad y Próspero Año Nuevo pueblo.
Carles Puyol, escrito en 2003 a propósito de un aniversario más de la masacre del Mozote.
A las nueve de la mañana del 15 de Septiembre de 1971, mi chero y yo agarrábamos el bus de la Ruta 29 hacia el parque Cuzcatlán donde culminaría todo un año de protestas y manifestaciones contra el complejo militar-oligárquico de turno por el estudiantado de secundaria de San Salvador.
¡Allí estábamos reunidos alrededor de dos mil estudiantes de secundaria!. Habíamos acordado desfilar uniformados por lo que se veían uniformes de la mayoría de colegios: Divino Salvador, Colegio Orantes, Nuevo Liceo Centroamericano, Instituto Cervantes, Instituto El Salvador, o sea, colegios de clase media y baja. Sin embargo, el Liceo Salvadoreño, Externado San José, Colegio Don Bosco, Santa Cecilia, ¡no había ninguno! Estos eran los colegios para la clase alta. Los alacranes del Instituto Nacional éramos la mayoría... y el sexo femenino la minoría.
"La Coordinadora", formada con representantes de los diferentes colegios, trataba de ordenar la manifestación. Usando megáfonos ellos trataban de formar a todos en cinco filas indias que ocuparían la ancha Calle Rubén Darío, y el destino sería la plaza Libertad.
Mi parna y yo nos ubicamos en medio de las casi cuatro cuadras de largo que formaba la manifestación. Ya estaba lista la partida cuando un bombazo se oyó venir de la cabeza del desfile, ¡siguió otro bombazo... y otro... y otro!... Humo blanco se vio salir de entre las filas, y pronto siguió la estampida.
Sin saber exactamente qué pasaba, pero adivinándolo, nosotros corrimos con los demás hacia el lado opuesto de los bombazos, sólo a toparnos con un camión lleno de cuilios que disparando bombas lacrimógenas nos cerraban el paso... ¡Estábamos cercados!...
El pánico se apoderó de todos. Los policías se bajaron del camión hacia nosotros ¡machete y garrote en mano!, cuando nos dimos cuenta que teníamos cerradas ambas salidas todos nos saltamos el enorme muro que bordea el parque Cuzcatlán y entramos al parque... Allí comenzó la cacería, golpiza, y captura de muchos compañeros, pues también dentro del parque nos esperaban los “beneméritos”.
Con mi alero a la par corrimos como venados cruzando el parque en guinda, evadiendo beneméritos y saltando cercas, ¿pero adónde ir?, parecía que los chafarotes nos habían cerrado todas las salidas, disparos de varios calibres comenzaron a sonar mientras corríamos, ¡aceleramos aún más!. Yo no sabía dónde mi pana y los otros estaban, solo sabía que varios iban corriendo conmigo.
Al fin, llegando al Gimnasio Nacional “Adolfo ‘chorro de humo’ Pineda”, nos reagrupamos unos 30 compañeros, busqué en el grupo a mi cuate, mi espíritu dio levantón al verlo, pero su cara cambiaba entre la palidez y púrpura, ¿cómo se vería la mía? Nos escabullimos por desconocidas calles hasta llegar al lugar contiguo al Instituto Nacional... Una corrida de casi cinco kilómetros la habíamos hecho en menos de media hora. Allí sudando y agotados, nos sorprendimos de encontrar cientos de compañeros ¡y seguían llegando!, parecía que todos tuvimos la misma idea: El Campus de la Universidad Nacional Autónoma de El Salvador..., ¡estábamos a salvo!
La “U”, como era conocida, tenía ya 12 años de estar ubicada al norte de lacapital, otrora estuvo localizada enfrente de la Catedral Metropolitana, pero esta se quemó y la trasladaron al final de la 25 Avenida Norte, bien al Norte de la ciudad.
La U era un predio que abarcaba casi el mismo tamaño de mi Colonia Santa Lucía en Ilopango, que entonces se decía era la más grande de San Salvador. El terreno donde estaba el Instituto Nacional, por ejemplo, era prestado por la Universidad siendo tan sólo una cerca malla ciclón la que los separaba.
El campus de la U tenía siete facultades, 18 mil estudiantes, y por decreto constitucional se le había declarado "autónoma en lo docente, académico y administrativo". Ningún chafarote uniformado había entrado jamás a la U, ésta simbolizó siempre el centro activo de oposición al gobierno.
Por entonces recién nacía una nueva universidad fundada por los Jesuitas: La Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" o UCA, pero era tan cara que sólo ricos podían afrontarla, además, sólo tenía cuatro facultades.
Nos dirigimos al Auditórium de la Facultad de Derecho. Allí se encontraba ya nuestro líder con parte de La Coordinadora, hablaban con un individuo de unos 20 años, que nunca había visto, nos acomodamos en las butacas del auditórium y los niveles de adrenalina comenzaron a bajar... Corrí mi vista a todos los presentes observando sólo caras juveniles y sólo testosterona.
Después de media hora, el tipo que vimos hablar con el líder, usando el micrófono, se dirigió a nosotros con este discurso que yo escribí esa noche en mi diario personal: "AGEUS" -nos dijo "se siente orgulloso del despertar del estudiantado de secundaria, por que juntos vamos a derrocar la tiranía y liberaremos a nuestro pueblo de la miseria y explotación".
Eran impresionantes palabras que oía por primera vez y levantaron mi "espíritu revolucionario".
Este tipo resultó ser el Presidente de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) Los 600 y pico de estudiantes, ya exaltados, fuimos azuzados por su verborrea revolucionaria y pedimos salir de nuevo en manifestación ¡al momento!
El líder de AGEUS nos dijo que por ser feriado no se hallaban más que unos 300 universitarios en el campus para acompañarnos, pero si estábamos dispuestos ellos nos apoyaban..., no nos importó..., y levantando todos la mano votamos por salir en manifestación nuevamente.
A las 12 del mediodía, con cerca de 200 universitarios al frente de la marcha y 600 de secundaria siguiendo, nos lanzamos a la calle nuevamente en fila india.
En lugar de seguir la tradicional ruta de la 25 avenida, cruzamos y tomamos la Calle de los Locos (29 Calle Poniente) que dobla cerca del Hospital Bloom. Esta calle va cuesta abajo y cuando habíamos avanzado casi dos cuadras, nos salió a cerrar el paso la "benemérita" Guardia Nacional en traje de fatiga.
La marcha se paró, la Guardia avanzó hacia nosotros con bayoneta apuntando a nuestra dirección, los líderes nos ordenan dar media vuelta y marcha atrás, la chota seguía avanzando, y al llegar al cruce del Bloom, y a unos metros de la entrada del campus, ¡la guardia comenzó a disparar!... ¡Estampida nuevamente!.. Esta vez la corrida fue de unos metros, pero los disparos continuaban..., un cable de electricidad cae al suelo en señal que la animala disparaba ¡munición viva!
Entramos esta vez por la 25 avenida y fue cuando vi venir detrás de nosotros unos compañeros cargando heridos o muertos.
El pánico se acrecentó cuando llegamos a la pequeña plaza del Paraninfo y la Biblioteca. Allí reposaban en el suelo ensangrentados compañeros heridos, atendidos por estudiantes de Medicina. ¡De pronto! Una balacera comenzó en la entrada de la 25 avenida que nos hizo tirarnos al suelo, después supimos que un grupo de compañeros había apedreado, desde dentro de la U, un "jeep" militar con jefes militares abordo que había pasado por allí.
Permanecimos semi-cercados hasta las tres de la tarde y la jornada había dejado tres muertos, 15 heridos y 65 capturados, de acuerdo a la radio popular porque el Diario de Hoy y la Prensa Gráfica no reportaron los incidentes.
Después de estos incidentes en el 71, la situación política aparentó calmarse hasta marzo de 1972, cuando sucedería el robo electoral más descarado que vería El Salvador en toda su corta Historia.
Después de esta elección, un puñado de intelectuales comprendería que no se podía sacudir esta sangrienta dictadura a través del voto, por lo que sólo había una última opción para acabar con el complejo militar-oligárquico-gringo que explotaba y oprimía en favor de unos pocos:
Un día, a mediados de los años 70s, me encontraba en la Universidad buscando un libro en la biblioteca, cuando en la entrada de la facultad de medicina, en la placita "Salvador Allende", me encontré al “Zarco”, un compañero que conocí en Áreas Comunes estudiando Agronomía.
-No querés tomar un poco de 'kicapú', ¡está rico, probálo!... -ofreció al verme.
Había un garrafón de agua cristal lleno de líquido anaranjado, y en cono de papel para minuta me sirvió un poco, y yo lo tomé... ¡Puro jugo de naranja!... Llegaron otros compañeros y se echaban su cono, mientras él los arengaba para ir al desfile bufo, y así, 30 minutos después, yo estaba en mi cuarto cono y me sentía zapatón, casi a pija... ¡y picado!... ¡pero se había acabado la garrafa!.
-Vamos al desfile bufo, va'star vergón, la reunión es en el Paraninfo, allí hay más kicapú -me dijo.
-"Otro par de conos y me safo" -me dije dándome paja yo sólo, ya picado.
Al llegar a la plaza enfrente de la Biblioteca y el Paraninfo, había reunido casi dos mil personas, todas usaban disfraces, maquillajes, pero ninguno mostraba su cara. Había escobas, escusados, peroles, trompetas, burros, bueyes, cuches. El desfile Bufo era una tradición de los estudiantes universitarios que se inició años atrás. Una crítica en "desfile-sátira" al régimen de la época.
El Zarco me dio una peluca y me serví más kicapú. Salió el desfile a las doce del mediodía por la 25 Avenida, luego Rubén Darío, hacia el centro de la Capital. El Zarco era el encargado del kicapú, el cual iba en una carreta jalada por una yunta de bueyes pintados de rojo. Yo vi tres cajas en esa carreta que estaban bien tapadas... ¡pero no se me ocurrió preguntar!...
Me preocupaba que hubiera suficiente kicapú y de eso vi cuatro garrafas llenitas. Me comencé a sentir carón y picado, quizá medio a verga, pero aún consciente... ¡Este kicapú era deliciosamente adictivo!...
Al llegar a la Fuente Luminosa, enfrente de la embajada yanqui, y del edificio “curveado”, el desfile se paró para el ya tradicional lanzamiento de botellas, piedras y otros objetos a la embajada, hasta aquí pareció todo "normal", pero alguien lanzó un cóctel Molotov que aterrizó a unos dos metros de la puerta principal de ésta. La gasolina generó fuego e inmediatamente todos vimos cuando dos "cheles marines" parapetados en la terraza del edificio, se pararon y dispararon su M-16 al aire. La mara no se ahuevó y más cócteles siguieron... ¡De pronto!... dos tanquetas y muchísimos cuilios aparecen a ambos lados de la 25 avenida cerrándonos toda salida.
-Ayudáme, me dice en ese momento el Zarco, yo no lo escuchaba, mi adrenalina me advertía en el huevo que me había metido y medía la situación, luego me di cuenta, muchos vinieron con mochila en mano, destaparon las extrañas cajas y agarraron pistolas y cócteles... ¡Eso había en las cajas!... El Zarco me dio una mochila y viéndome apendejado me dijo: -Agarrá lo que podas que tenemos que agarrar guinda. Estudiantes armados empezaron a disparar a la policía y fue cuando sucedió el despelote. Con el Zarco corrí a refugiarme al edificio curveado que había enfrente de la Fuente Luminosa, tres chotas cerraban el paso, hacia allí tiró el Zarco aquella botella de Tic Tác llena de clavos y gasolina con un pedazo de trapo como mecha, ¡al estrellarse en el carro explotó y llamarada de fuego salió!, entonces salimos en guinda.
Llegamos sudando y pálidos a la colonia Universitaria Norte sobre el Boulevard de los Héroes, nos sentamos a descansar, la guinda de 10 minutos nos había agotado... ¡Y la pija se me había ido! -Tenemos que llegar a la U porque aquí estamos copados, -me dice el Zarco mientras estábamos escondidos tras un muro de piedras en una casa en construcción. -¿Dónde está tu pistola? - pregunta el Zarco
-¿Cuál pistola? -¿No has registrado tu mochila, sabés cómo usarla? Adentro de la mochila habían dos cócteles Molotov... ¡Y una escuadra que de nueva relumbrada lo plateado!... Yo me asusté.
-Prefiero no usarla.
El Zarco me mira extrañamente y replica: -¿Te estás aculerando?, mirá, estamos en un huevo, si nos agarran nos torturan, nos matan o desaparecemos, ques la misma mierda, vas a tener que usarla, sí se da el caso.
Casi una hora de estar escondidos, habíamos visto pasar una tanqueta con rumbo a la U. Después de media hora empezamos a caminar en pequeñas calles que corren paralela a la de los Héroes. Nunca se me ocurrió que la U estuviera cercada, los militares nunca habían hecho algo así. Todas las calles aledañas a la U estaban cerradas al tráfico, hacía rato que no se veía un solo bus o carro, ¡mucho menos un alma caminando esas calles vacías!... ¡Estábamos solos!... Pero en lugar de irnos a la seguridad de nuestras casas, el Zarco y yo decidimos romper el cerco, no para salir, sino para entrar en él.
Trepamos la cerca del Instituto detrás de la piscina; lo ancho de la cancha de fútbol separaba la piscina del edificio principal del plantel que yo conocía muy bien, allí estudié mi secundaria. Llegamos unos 20 metros del cerco malla ciclón que separaba la U con el Instituto, y que en secundaria acostumbraba trepar cuando llegaba tarde al Instituto, esta vez sería al revés..., cuando ¡de repente!, oímos la primera ráfaga, nos tiramos al suelo y vi una tanqueta escondida cerca del edificio principal, al otro lado de la cancha, y un Guardia Nacional, subido en el techo, señalaba a cinco o seis “beneméritos” abajo, donde estábamos nosotros...
¡La "Benemérita" venía corriendo hacia nosotros!. ¡No había salida, aquí morí pensé ese momento!. Otra ráfaga se oyó a lo lejos y vi a los Guardias tirarse al suelo, nosotros seguíamos en el suelo, pero desde donde estábamos podíamos ver hacia abajo, a lo lejos, como 100 metros... ¡El cafetín de AGEUS!
-Son los de la U que nos cubren, corramos.-me dice el Zarco.
Y vi al Zarco correr hacia El Cerco, que quedaba en bajada, y era de unos cinco metros de alto, con púas, vi al Zarco saltar, evitar las púas, y cuando ya iba a caer al otro lado me vio, quizás vio terror en mi cara pues me gritó
-Corré, no te aculerés... ¡Y desapareció de mi vista!
Yo estaba en pánico, jamás había estado tan cerca de la muerte. Pero las palabras del Zarco me despertaron y me levanté dejando la mochila en el suelo, y corrí los 20 metros que me separaban de El Cerco. La balacera arreció y ya no sabía quién disparaba a quién, yo sólo corría, pero por vez primera en mi vida, oí ese zumbidito que una bala hace al pasar cerca de uno... ¡Y que tan bonito se oye en las películas!... ¡Un sonido que jamás olvidaré!...
Llegué al cercado, salté para alcanzar las púas, la balacera ensordecía, pero sin importarme las púas -quizás ya ni mi vida- salté los casi cinco metros al suelo, amortigüé la caída con mis manos y pies, pero mi frente golpeó el pavimento; por escasos segundos me sentí de nuevo a verga, en la luna, pero el grito del Zarco me despertó.
-Por aquí, detrás de los carros.
Eran 10 metros más para la salvación, líquido mojó mis ojos y creyéndolo sudor me lo limpio con la manga de la camisa: ¡Era sangre!. Me había partido la ceja derecha y un chorrito de sangre se derramaba a mi cara... ¡Pero corrí!.. Llegué donde el Zarco agazapado detrás de un carro con vidrios y carrocería balaceados. Allí permanecimos media hora más, sin hablar, sin movernos, sólo oyendo la balacera. Entonces me di cuenta que había individuos con mochilas, ametralladoras, pañuelos que medio cubrían sus caras.
Todos estaban detrás de una barricada rápida de carros estacionados que habían hecho en el parqueo del cafetín de AGEUS. Allá, en el cafetín, habían muchísimos más que nos hacían con sus dedos la letra "V" de ¡¿Victoria?!.
La balacera paró a la media hora pero nadie se movía de sus puestos. Otra media hora pasa, ya son casi las cuatro y media... ¡Más de cuatro horas de angustia provocados por mi sed por alcohol!.. Yo seguía sangrando copiosamente y me lo tapaba con el pañuelo blanco, éste estaba empapado y me empecé a sentir débil... ¡Entonces perdí el sentido!.
Desperté en una camilla en un cubículo bien pequeño, afuera estaba oscuro, el reloj Pílsener de pared marcaba las seis y media de la tarde.
Me levanté a tomar agua y "miar", entonces vi a través de la ventana y me di cuenta que estaba en el cuarto pegado al cafetín de AGEUS, ¡La Barbería!, los que parecían estudiantes, habían hecho una barricada de carros, estaba algo oscuro pero vi siluetas que me decían que había gente allí.
Me dieron ganas de cagar y me toqué las bolsas por un cigarro, milagrosamente hallé uno quebrado y ensangrentado, pero lo encendí y me senté en la taza... y en la pared del pequeño baño decía ésto:
No hay nada más singular que las ganas de cagar con un cigarro bien encendido queda el culo agradecido y la mierda en su lugar... Sentado en la taza con el Delta encendido recuerdo que entonces recapacité. ¡Estoy cercado¡ ¿Qué habrá sucedido?. En ese pequeño baño maduré la situación sin pasiones aunque con temor, pero estoy seguro que todos los que estábamos en el campus sentíamos temor a la muerte esa noche... ¡En las trincheras no hay ateos!...
Al salir encontré al Zarco, me dijo que no se sabía cuantos pero había varios muertos, y hay heridos dentro del campus, como en el Rosales. Que había negociaciones por intermedio del arzobispado con la "dictadura" para levantar El Cerco y permitir los heridos salir y ser debidamente atendidos, que los militares quieren saber los nombres y rindieran las armas los casi 200 "subversivos" armados dentro de todo el campus. Como era vacación de interciclo habíamos pocos estudiantes.
Entonces me acordé ¿Y mi cartera? Me registré y nada... ¡La había perdido! ¡Allí estaba mi cédula, carné de la U!... ¿Y si la encontraba la cuilia?. Entonces me estremecí a la idea que llegaran a la casa a buscarme para matarme, como estaba sucediendo casi diariamente.
A la medianoche los vehículos militares alrededor de la U arrancaron y se fueron. ¡Habían levantado El Cerco militar!. Luego llegó un vehículo de la Cruz Roja a avisarnos que El Cerco estaba levantado pero sugerían que esperáramos hasta mañana de día para salir. Todos estuvieron de acuerdo y allí dormí en una silla de la barbería.
A las seis de la mañana empezamos a salir de dos en dos... Así llegué a mi casa a las ocho de la mañana de ese día de la violenta década de los 70s.
Octubre de 1979… Todavía había árboles en la capital cuzcatleca…, y aún había "vientos de octubre que todo lo descubre"... Un día de ese octubre 79 iba en bus cuando me encontré al "regular", un ex compañero del Instituto Nacional, y entonces juntos en la escuela de medicina…, y comenzamos a platicar lo usual: medicina.
-"Si tenés libre algunas tardes caéte al pueblito, allí hemos abierto y atendemos una clínica con el 'choco', la patrocina las brigadas médicas del "Bloque Popular Revolucionario".
Pero al ver mi reacción me explicó que no tenía que afiliarme al Bloque para llegar a practicar y aprender. Además, el "choco" era residente del Rosales y dirigía la pequeña Clínica... Prometí llegar la próxima tarde libre que tuviera.
Comencé a llegar un día a la semana, pero cuando diciembre y las vacaciones, iba casi cuatro días a la semana. Me llegaba el hecho que aprendía practicando, y lo mejor era cuando las cuatro de la tarde que se cerraba La Clínica, entonces rolaban las botellas y cervezas terminando bien a verga.
La Clínica se hallaba ubicaba enfrente de la plaza, centro del pueblo, pero por esos días la represión y masacres de la Policía Nacional, la Guardia, los Escuadrones de la Muerte y el criminal grupo paramilitar de ORDEN -que conocí en este relato- estaban a la orden del día.
Siempre estaba llena La Clínica pues la falta de adecuado y barato servicio médico la había hecho popular. Acudía mucha gente por servicio médico gratuito, la mayoría humilde y campesina. Los fondos para medicamentos eran proveídos por contribuciones monetarias del Bloque Popular Revolucionario-BPR y sindicatos obreros, organizaciones religiosas y organizaciones de estudiantes universitarios.
Ese día, de nostálgica fresca brisa dicembrina, había una manifestación y mitin popular en este pueblo ubicado en las faldas del volcán. La gente llegó en microbuses y caminando, con hijos de pecho, infantes e impúberes... ¡Todos campesinos!
Sabía el potencial de lo que podría ocurrir si ésta se tornaba violenta y se cruzó en mi mente aculerarme e irme de allí, pero mi hombría no me lo permitió y mi ego me decía era cobardía; además, era viernes y al cerrar el choco siempre nos invitaba a chupar a un prostíbulo cercano. Todo esto le agregó el peso necesario para quedarme y rezar que no pasara nada.
Como a las dos de la tarde, con unas 500 personas en el mitin, y por una calle opuesta, apareció un grupo como de 50 campesinos con machetes desenvainados que se infiltraron en la manifestación caminando derecho donde el orador del mitin.
Varios campesinos manifestantes, al entender la intención, sacan también sus machetes y alguien le tira una patada limpia a uno de ellos y comenzaron a oírse disparos... ¡estampida!... La pequeña Clínica tenía un patio trasero que conectaba con una hondonada de pasto y luego seguía la entrada a las faldas del volcán, en cinco minutos decenas de personas nos invadieron en el pequeño recinto que albergaba La Clínica.
Entraron corriendo ancianos, hombres, mujeres y niños buscando refugio, otros se metieron en la pequeña Iglesia del pueblo. El choco, médico jefe, era un individuo calvo con anteojos "culo de botella", que a la vez era residente de segundo año en el Hospital Rosales ¡y más borracho que el guaro!. Él ordenó cerrar las puertas de La Clínica, lo cual se hizo en el acto.
Afuera comenzó una recia balacera, ¡cuando de repente! Cuatro hombres armados irrumpieron violentamente a los diez minutos de disuelto el mitin e iniciada la balacera, ellos traían arrastrado un individuo ensangrentado, ordenaron a todos tirarse al suelo y luego rompieron los vidrios de las ventanas y comenzaron a disparar sus metralletas hacia afuera.
El choco, el regular y yo, comenzamos atender al paciente, éste sangraba copiosamente de un balazo en el muslo que quizás había atravesado un vaso sanguíneo importante.
Todo mundo estaba en el suelo, amontonados, agachados, y los infantes lloraban asustados. Alguien cerca de la puerta pega un alarido y comienza a gritar en dolor. El regular y yo nos apresuramos a ver y era una linda campesina adolescente herida en la pantorrilla por una bala. Yo asomé mi vista afuera por la ventana, y me asusté al ver tres Guardias Nacionales escondidos y disparando hacia la torre de la pequeña Iglesia, el zumbido de un balazo me hizo zambullir mi cabeza.
Después de media hora, y con la balacera subsidiando, ¡se oyó el ruido de un helicóptero! y al asomarme a la ventana vi como disparaba su ametralladora de poderoso calibre al campanario de la Iglesia, el temor se apoderó de nosotros al pensar en el helicóptero disparando a la casa de bahareque y lámina de la vivienda...
-"Alguien tiene que pedir tregua para que salgamos" -gritó alguien de entre el gentío amontonado dentro de La Clínica".
-"No, no se atreverán a disparar aquí, de aquí nadie sale"- dijo uno de los guerrilleros con un radiotransmisor en la mano, él nos dijo que el herido era un miembro de la inteligencia de la guardia infiltrado y capturado por ellos durante el mitin, que "la descalza" de ORDEN eran asalariados asesinos de la dictadura con el nombre de patrullas cantonales, pero eran mandados por Guardias Nacionales, que su prisionero era el jefe regional de zona, y que el helicóptero no se atrevería a ametrallar La Clínica... al escucharlo hablar, recuerdo que hubo un silencio profundo que hasta los bebés dejaron de llorar.
Más benemérita y chorizos hicieron su aparición media hora más tarde con dos tanquetas, la balacera había subsidiado, y el cura parroquial había salido a conferenciar con el militar en mando sin aparente éxito, pues a los 15 minutos regresaba cabizbajo a la iglesia.
¡Entonces de repente! vemos como una de las tanquetas se dirige derecho a La Clínica, las mujeres gritan en pánico, los niños comienza a llorar, y atrás, en el patio, los que estaban allí, a patadas botan la puerta trasera y huyen a la hondonada... La tanqueta empieza a disparar su ametralladora de gran calibre, caen varios heridos o muertos, nunca supe pues el pánico nos hizo huir a todos hacia la puerta trasera... entonces comenzó la pesadilla!...vi como muchas mujeres, algunas protegiendo con su cuerpo a sus hijos, recibían planazos en sus espaldas y cabezas; y los hombres eran cortados... era toda una cacería y carnicería...¡los mismos campesinos miembros de la "patrulla cantonal", ¡carnicereaban y masacraban a sus mismos hermanos campesinos!... ¡Era hermano contra hermano!... Uno de ellos blandiendo un machete me vio, yo corro atravesando la hondonada a toda máquina, en pura guinda y con el descalzo taloneándome. Salimos de la hondonada y todo lo que seguía era cuesta arriba.
¡Iba ser una prueba de resistencia!
¡Agradecí a mi dios de las trincheras que el descalzo no estaba armado! y aunque no era todo un atleta... mi juventud, el pánico, y mi adrenalina, me dieron la fuerza, ¡y corrí y corrí y corrí... 20, 30, 60, 120 minutos!... ¡no recuerdo cuanto tiempo corrí!... sólo sabía que el ruido de la balacera se iba perdiendo mientras subía... pero llegué al final de mis fuerzas.
Totalmente exhausto me agarré a un árbol y ya no me importó que me matara el descalzo, la muerte sería un instante de placer ese momento... pero nadie llegó... y cuando logré controlar mi taquicardia y falta de aliento, vi hacia abajo San Salvador en la lejanía, la ciudad que me vio nacer, crecer, y perderme... estaba bastante arriba de las faldas del Volcán de San Salvador, El Jabalí o Boquerón, y aparentemente a salvo.
Los balazos habían llegado a ser esporádicos y donde estaba había muchos árboles y maleza... pero el ruido de hélices en la distancia despertó mi ensimismamiento y corrí a esconderme mejor entre ramas y bejucos.
Oí voces que se acercaban junto al ruido del helicóptero... en pánico me doy cuenta que aún tenía puesta mi gabacha blanca con el estetoscopio al bolso, dos cosas que simbolizaban mi orgullo tonto, pero hoy iban a ser mi perdición si no me la quitaba rápido, y en desesperación, pero sin ruido, me la quito, la hago rollo y la escondo entre las ramas... en esos momentos oí los primeros pasos cercanos... me pegué al suelo apenas controlando el jadeo de mi respiración... las voces las tenía quizás a una decena de pasos y oía claro el típico hablado de nuestros hermanos de la campiña.... luego se fueron alejando, alejando, hasta que ya no se oyeron.... una hora quedé escondido sin moverme en ese sitio... el sol comenzaba a bajar y empezaría a oscurecer... la balacera a lo lejos había parado completamente hacía ratos... dejé que oscureciera completamente, y luego sin saber donde estaba comencé a descender, la oscuridad era completa, la noche estrellada sin luna, a los lejos sólo percibía ladridos de perros.
Después de casi tres horas de lenta e hiriente bajada, vi a lo lejos una colonia que no reconocí, pero también vi los flashes de luces de un carro patrulla que me hizo cambiar de idea y evadí la colonia.
En camiseta empecé a titiritar de frío y temiendo un calambre de los que ya conocía decidí trotar para mantenerme caliente... después de una hora de trote, caminar, trote, caminar..., a lo lejos, vi otras luces, ¡apresuré el trote!
Llegué a las primeras calles de ese pueblo y divisé un bus que al acercarme vi que leía: "Ruta 23, San Ramón, Centro", ¡Era el último bus de San Ramón a San Salvador!...
Ya encaramado en el bus pensé que por segunda vez en mi vida había oído el sonido de muerte de las balas represivas... ¡Sonido que nunca olvidaré!