Los historiadores de las poblaciones nativas en el
continente americano no se ponen de acuerdo sobre cuántos millones de nativos
indígenas o pueblos originarios existían en América… Algunos aciertan había
entre 50-60 millones y otros 12-20 millones.
Lo que sí todos hacen comunión es que antes que Cristóbal
Colón llegara a la isla Guanahani, en las Bahamas, ya existían grandes y
pequeñas civilizaciones nativas desde Alaska hasta Tierra de Fuego en
Argentina.
Los apologistas de los conquistadores españoles exculpan
la "necesaria" matanza y sufrimiento de los pueblos originarios desde la
llegada de la "civilización europea" con su supuesta modernidad… Olvidándose
que la civilización precolombina de los pueblos originarios de América ya
exitosamente existía por muchos siglos antes del descubrimiento de América.
Lo mismo hoy que entonces, hay pueblos "excepcionales", pueblos de todo color coyol partido y pueblos miserables. Entonces todo
comenzó como intendencia, capellanía, capitanía general y virreinato.
Y lo mismo sucederá cuando lleguen los E.Ts… Y si ellos
llegan primero traerán mejor tecnología y un mejor Dios… Pero aún con la mejor
tecnología ET, los viejos terrícolas, cuando llegue ese día, pelearán y combatirán tan
bien como los aún más viejos pueblos terrícolas originarios hicieron dándose verga contra los arcabuces y
mejor tecnología que tuvo la raza blanca europea en el siglo XVI.
Nada es chiche, todo es paloma.
201 años después en mi tierra, y en casi toda América,
como nuevos terrícolas nos seguimos dando verga, ya sea en los campos de batalla, en
la cibernética, en las inmensas colonias, en las canchas
de fut de los cantones, caseríos, pueblos, ciudades… En toda la nave espacial.
De una u otra forma nos seguimos dando verga hoy como
cuando todo cambió en el otoño de 1492…
Personalmente nunca me han convencido los exceptionals
con la paja de Erickson.
En 500 años nos hemos cagado dándonos verga, no solo en
un país o un continente, sino que virtualmente en toda la nave espacial llamada
tierra, que hoy es un potencial polvorín a punto de explotar cual Big Bang.
AMERICA ESPAÑOLA
Durante casi todo el siglo XVI y parte
del siglo XVII, la corona de Castilla reinó sin
oposición en América desde el hoy estado de Missouri en
USA, hasta el Cabo de Hornos o Tierra del Fuego en Argentina.
Inicialmente los españoles no tenían completa
idea del vasto y rico continente que habían hallado. Por entonces ya
habían perdido los principados italianos, las tierras de Flandes, el peñón de
Gibraltar, y en 1588 su Armada Invencible había sido
destruida. Pero los ibéricos tenían las ricas y fértiles tierras americanas.
El historiador Santiago Ignacio Barberena en
su libro "Historia de El Salvador" transcribe al poeta cubano-español Nicolás
Heredia, para describir el pensamiento español del siglo XV, al darse
cuenta de la magnitud del nuevo continente:
"¡Los objetos naturales se agrandaron de
repente! El individuo humano, los animales, presentaron formas increíbles;
árboles y frutos rompieron los moldes conocidos; el Mont Blanc y el Mulhacén se
achicaron ante el Chimborazo y el Pichincha; el Volga, el Talo y el Danubio se
convirtieron en humildes arroyuelos, comparados con el Mississipi y el
Amazonas, las selvas escandinavicas no eran sino jardinillos de recreo al lado
de los inmensos bosques de los trópicos; las minas del Anáhuac y del Perú
obscurecieron con el brillo y la cantidad de sus productos las doradas leyendas
de Ofir y de Cipango, en una palabra, la naturaleza virgen, en sus
combinaciones más vistosas, originales y variadas, se exhibió de improviso como
una apoteosis deslumbrante".
El siglo XVI trajo a España aún más gloria con intrépidos
viajes, descubrimientos, y osadas exploraciones... ¡Ni un solo colono
inglés vivía en América!... Jamestown se fundó en 1607 y el Mayflower
no llegaría con los Peregrinos sino hasta 1620. Sólo Portugal comenzaba
a tratar de igualar y retar la corona de Castilla con viajes a Brasil.
Mientras tanto en suelo americano ya habían sido
establecidas centenas de pequeñas ciudades, villas y pueblos con los nuevos
emigrados españoles. San Salvador, por ejemplo, data de 1524, los
nuevos colonos emigrados eran nobles, frailes, soñadores, perseguidos,
mercenarios, aventureros, asesinos... etc., y muchas empresas conquistadoras
estaban en su apogeo...
Entonces el descubrimiento del oro, primario
factor de su conquista, sembró aún más la ambición y la codicia que
se apoderó, no solo de la corte española, sino peor aún, de los conquistadores
pues comenzaron a matarse entre sí.
La codicia y crueldad de los conquistadores castellanos
hacía pareja a su celo y fanatismo, esto trajo violentas conspiraciones,
traiciones, conjuras... y comenzaron a matarse entre ellos mismos como siglos
después lo hicieron en las Guerras Criollicidas centroamericana.
En Sur
América, por ejemplo, Francisco Pizarro y sus hermanos,
conquistadores de Perú, ahogaron a Diego de Almagro, conquistador
de Chile y la Argentina; el hijo de Diego de Almagro mandó
matar a Francisco Pizarro; Vaca de Castro, seguidor de Pizarro,
hizo matar al hijo de Almagro; Blasco Núñez Vela, seguidor de
Almagro iba ejecutar a Vaca de Castro cuando Diego Pizarro lo
mató... Los Conquistadores suramericanos comenzaron aniquilarse sin piedad en
su ambición por oro, poder y gloria...
En Centroamérica Pedro Arias Dávila (Pedrarias
Dávila) llegó en 1514 desde España a Chiriquí y conquistó Panamá, Nicaragua
y parte de Honduras. Pedrarias Dávila fue el asesino más violento de
los conquistadores centroamericanos. Todo esto hizo que Cortés
sintiera amenazada sus conquistas enviando a Cristóbal de Olid a
Honduras para proteger sus conquistas, Olid lo traicionó y obligó al
mismo Hernán Cortés viajar a Honduras. Hernán
Cortés peleó contra Gil González Dávila, quién luchando a
Pedrarias Dávila, se defendió contra Cortés...
Estas campañas llegaron a convertirse en las primeras
guerras fratricidas realizadas en suelo centroamericano, y duraron cierto
tiempo. En el siglo XVI comenzó la esclavización (iniciada por Colón) y el
aniquilamiento de poblaciones indígenas enteras. Casi medio millón de
indios del Caribe fueron declarados caníbales y
virtualmente desaparecieron.
Según historiadores, en 50 años en Perú, habían muerto
más de dos millones de indios, y cuando Perú se independizó habían
muerto las nueve décimas partes de su población indígena. En
su libro "Los Indios", el historiador guatemalteco Antonio
Batres Jáuregui (1847-1929) escribió:
"... Se les trataba como a bestias de
carga, no había comarca ni choza en donde no hubiera espanto y dolor. No era
dable que los europeos, superiores en civilización, considerasen, en aquellos
tiempos, humanamente a los vencidos... los sacerdotes mantenían la paz en la
inmensa turba de esclavos, incesantemente diezmadas, y echaban algunas gotas de
agua bendita sobre sus poblaciones, que apenas muertas eran enterradas en el
olvido. Cada pueblo lo gobernaba un cura. Toda desobediencia era castigada con
una doble pena civil y religiosa, todo rebelde era un hereje, a quién a la vez
se penaba con la muerte y la excomunión..."
La crueldad y la barbarie fueron la principal causa del exterminio
aborigen, pero otras causas también contribuyeron fatalmente a ello, como
los trabajos forzados en las minas de oro y metales preciosos; y las
nefastas enfermedades infecciosas comunes en Europa, pero
nuevas en América, como la viruela que se dice llegó en
1520, la sífilis, la peste bobónica y otras y otras pandemias.
El consumo del alcohol fue otro factor
clave, es hoy reconocido en la medicina que los nativos de toda América
son físicamente hipersensibles a las bebidas embriagantes,
cayendo más fácilmente en el abuso que otras razas. Aunque los aztecas y mayas
hacían pulque de agave, y los pipiles hacían, dependiendo del tiempo fermentado,
además del pulque de agave, la chicha y agua dulce de la piña, fue el recién
traído cultivo de caña de azúcar por los españoles que creó el
aguardiente el que diezmó la población indígena.
Sin embargo, costando todo lo que costó, los españoles en
lugar de aniquilar y virtualmente extinguir completamente la
población indígena de la América Española les impuso a cambio, si bien con
tortura y hoguera, su religión.
Sus contrapartes anglosajones, en cambio, aniquilaron
a los casi 10 millones de indios en sus tierras norteamericanas.
En las cortes españolas, el clero (con
todo y su escondido propósito de apoderarse política y económicamente de las
florecientes colonias), con su influencia y poder contuvieron la extrema barbarie
española persuadiendo a sus reyes la necesidad de nueva
feligresía, evangelización y civilización de los "nuevos"
seres humanos... los miles que se salvaron, salvaron los millares del
futuro... y permitió el nacimiento e incremento del mestizo... Pero
las reales miras del clero era ejercer su influencia y adquirir riquezas con la
explotación de estas "nuevas razas".
Sanguinario azar del porqué aún hoy día en el naciente
siglo XXI, tribus descendientes de estos sufridos aborígenes se mantienen con
vida, aún viviendo según sus costumbres, pero ya no su religión y en eterna
lucha contra los extremos vientos evolutivos.
Por eso en el siglo XXI Guatemala tiene
una población 45% indígena (de origen Maya-quiché-cachiquel),
45% mestiza, y 10% blanca, Honduras es 7% indígena,
90% mestiza, 2% negra y 1% blanca; Nicaragua 5% indígena,
69% mestiza, 17 % blanca, 9% negra...
Y en toda América: Perú es 45%
indígena, 37% mestiza, 15 % blanca. Bolivia es 50% indígena, 30
% mestiza y 17% blanca...
Y El Salvador de hoy es 95 % mestizos, 4%
indígena, y 1% blanco.
Tamen
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Originalmente publicado 28 de Agosto de 2009