lunes, septiembre 07, 2009

Día del Trabajo Estilo Gringo

Siguiendo la obsesión gringa de querer ser “unique”, quizás para no revolverse con la currunchunchún, los gringos celebran este día lo que en su idioma llaman Labor Day, Un “holiday” sin pompa ni platillo, y lo hacen así cada primer lunes de septiembre desde 1882, cuando lo declararon “holiday” oficial. No hay programados desfiles, alboradas, carnavales.., el anglosajón (para mí el auténticos gringo) sencillamente no celebra este feriado sino que se relaja haciendo otras ondas…, como barbacoas con tapis, cheves, chavas, aquí, allá, o acullá.

Irónicamente, y ya es conocido ampliamente, supongo, que el Día Internacional del Trabajo, que mundialmente se celebra el Primero de Mayo, se originó siete años después de la declaratoria gringa, por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional en 1889, esto fue en homenaje a los Mártires de Chicago, ciudad donde murieron varios obreros sindicalistas, anarquistas, y otros que fueron encarcelados, todos luchando por la jornada de ocho horas de trabajo.

Los gringos federalmente tienen diez días feriados (holidays) pagados, pero estos feriados sólo los observa a huevos el gobierno federal, dejando a la empresa privada y a los estados la libertad para decidir cuántos y cuáles “holidays” dar a sus empleados.

De estos diez feriados federales, la compañía donde yo trabajo, por ejemplo, solo acata seis días, en adición a las vacaciones, días de enfermedad, feriados personales, días “flotantes”…. Todo depende de los beneficios que ofrece el patrón, la fábrica, o la corporación.

En mi “workplace”, cuyos dueños son una corporación internacional dedicada al área de la salud, tengo ocho años de laborar, y tengo cuatro semanas de vacaciones al año, (en adición a los seis días festivos oficiales), pero va incluido todo: días de enfermedad, “personal holidays”, “family leave”, etc.…, se supone que cuando cumpla 10 años voy a tener siete semanas, !casi dos meses!, pero ese es el “ceiling” para todos, aunque se trabaje 50 años ya no se consigue más.

La escuálida celebración, o no celebración at all, para el día del trabajador, refleja la orientación pro empresarial que tiene el capitalismo ortodoxo que practica, exporta, e imponen los gringos… para medio tragar esto basta leer los diarios pajatoriales del loco quiquito en su pasquín de propaganda y entender el sacro respeto y pleitesía que siervos y lacayos le rinden al empresario.

Durante este año en particular, el alto número de desempleo hace más aguda la apatía por celebrar pues hay 15 millones oficialmente desempleados, y tres millones desempleados en los subempleos como jardinería, cultivos, baby sitters, Handyman, jornaleros, etc., usualmente dado a los hispanos indocumentados, entre ellos cientos de miles de salvadoreños.

Estas noticias sobre el desempleo han tenido más efecto en parar la inmigración ilegal, que las medidas draconianas que la élite gringa ha realizado.

Tocante a beneficios laborales yo siento que cada estado es diferente. Comparando entre la ciudad de Chicago en el Estado de Illinois, donde viví 19 años, con Houston en Texas donde llevo 8 años. Los salarios, por ejemplo, son diferentes aún cuando haciendo lo mismo, y hay gran disparidad en “taxes”. Yo he sentido que Houston paga mejor salario que Chicago, y en el estado texano se paga menos impuestos en relación con Illinois.

En Texas no se paga impuesto estatal, sólo federal, en Illinois si se paga impuesto estatal y es alto, además que se llena declaración de impuesto estatal, mientras que en Texas no existe el “income tax” estatal. La vivienda, ropa, gasolina, aun los cigarros…, son más baratos en Texas que en Illinois.

Yo me sorprendí encontrar que Texas todavía ofrece algunos servicios gratuitos como el ferry en la isla de Galveston que transporta a cualquiera con todo y vehículo a la península Bolívar, o el “trolley” que transportaba gratis por todo el downtown hasta que el tren pagado apareció, o el gratuito “skyview” en el piso 67 del Morgan Building, en el downtown, desde donde se aprecia el centro y toda la ciudad… En Illinois nunca encontré nada gratis.

Por todo arriba es que, durante esta época de crisis económica, familias enteras están emigrando a Houston y al resto de Texas, pero no vienen de Latinoamérica, sino familias de otros estados financieramente más golpeados como California.

Finalmente yo pienso que el Día del Trabajo no se celebra ni en las buenas, ni en las malas en gringolandia porque es un feriado que comercialmente no rinde nada comparado al próximo que será el día de dar gracias, o Navidad y Año Nuevo…

Y es que el trabajo no se puede vender… a menos que sea juez de la Corte Suprema salvadoreña.

Tamen
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6 comentarios:

deejayrig dijo...

te mandastes con el reporte jorge. recibe un fuerte apreton de manos de tu chero.

rigo

GARROBO dijo...

El ferry es Gratis Utaaa

GARROBO dijo...

Me preguntaron si queria trabajar.

Jejeje les dije NO senkiu.
Es doble.No vovi a decir NO

Noé Lima dijo...

buen reportaje, como siempre te mandás george, asi que ya sé que si quiero ir a la USA texas debe ser, menos mal que el día del trabajo gringo no pasa de ser un mero espejismo en esas selvas de asfalto.

Trompudo dijo...

Pese a que en Estados Unidos no se conmemora, el mundo occidental rinde homenaje a los mártires de Chicago!!

Ocho trabajadores asesinados, sin saberlo, influirían en los proletarios del mundo

Eran ocho trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, o de familias de inmigrantes del viejo continente, que habían llegado a la "tierra prometida" en busca de nuevos horizontes. El capitalismo aún "en pañales" disparó, juicio mediante, literalmente sobre los "subversivos". Como un "boomerang", la tragedia logró todo lo contrario para el poder de turno. Ese día quedó a marcado a fuego.

Hace 119 años, el 1º de mayo de 1886, ocho trabajadores ácratas y militantes sindicales, fueron juzgados y siete de ellos asesinados en Chicago por el simple hecho de reclamar ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de recreación. En definitiva, los derechos de los asalariados. Fueron detenidos, y tras un juicio sin derecho a una defensa justa, fueron ejecutados August Spies (de 31 años, periodista y director del "Arbeiter Zeitung), Michel Schwab (33 años, tipógrafo y encuadernador), Adolf Fischer (30 años, periodista), Louis Lingg (22 años, carpintero), Samuel Fielden (39 años, pastor metodista y obrero textil), George Engel (50 años, tipógrafo), Albert Parsons (38 años, ex candidato a la presidencia de Estados Unidos por los grupos socialistas) y Rodolfo Schnaubelt, cuñado de Schwab. En tanto, Oscar Neebe (36 años, vendedor) fue condenado a 15 años de trabajos forzados.

El luctuoso hecho fue el disparador del nacimiento del "Día Internacional de los Trabajadores".
La génesis

El 1º de mayo de 1886, los trabajadores de la Federación de Sindicatos Organizados y Uniones Laborales de los Estados Unidos y Canadá realizaron una huelga en reclamo de sus reivindicaciones. El movimiento comenzó a gestarse en 1884, durante el IV Congreso de la asociación de obreros. Los trabajadores no esperaron al 1º de mayo de 1886 para presionar por esta demanda y en varias ciudades de Estados Unidos se desarrollaron huelgas antes de esta fecha. Las movilizaciones lograron que unos 30.000 mil obreros accedieran a este beneficio en abril de ese año.

El 1º de mayo cinco mil trabajadores se declararon en huelga, al tiempo que más de 300.000 trabajadores salieron a las calles para expresar esta demanda. Con diferentes grados de éxito, los trabajadores de varios sectores y ciudades lograron establecer la jornada de ocho y, en otros casos, se lograron jornadas de diez horas diarias con aumento de salarios.
Masacre en Chicago

En ese entonces la ciudad de Chicago era un centro de gran actividad industrial, donde los acontecimientos tomaron un giro diferente. Existía un fuerte ambiente antitrabajadores cultivado por los empleadores y los medios de comunicación a su servicio. Frases como "el plomo es la mejor alimentación para los huelguistas" se repetían entre los empleadores y los periódicos locales.

(continua)

Trompudo dijo...

(Continuacion)

Estas actitudes crearon respuestas más radicalizadas por parte de los trabajadores, y comenzó a emerger con fuerza el movimiento anarquista en el seno del capitalismo. A través de medios de comunicación obreros -publicados en alemán y en inglés- se impulsó la acción reivindicativa para un público lector formado por inmigrantes de primera generación.
Amanecer de un día agitado

El amanecer del 1º de mayo encontró a la ciudad de Chicago en el más completo silencio. Sólo una usina seguía funcionando. Se trataba de la fábrica de máquinas agrícolas McCormick, la que, desde febrero de ese año, funcionaba con rompehuelgas.

El 3 de mayo se hizo una nueva manifestación frente a esta industria y en la oportunidad hizo uso de la palabra el obrero August Spies. Al término de la jornada se enfrentaron los manifestantes y los "scabs" o "krumiros" (rompehuelgas), tras lo cual una compañía de policías atacó a la muchedumbre y disparó a quemarropa. El resultado fue seis muertos y varios heridos.

Enterado de la matanza, Adolf Ficher escribió una proclama que más tarde serviría como prueba en su contra. En esa proclama, afirmaba que la guerra de clases había comenzado, que la sangre de los muertos pedía venganza.

"Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad lo que nos hace gritar a las armas".

Esta última frase fue tachada por Spies -director de la imprenta- vigilando en el proceso que los tipógrafos no la incluyeran por error. Sin embargo, quedaron los originales, los que luego fueron incautados por la policía. En la mencionada proclama se citaba a una protesta para el día cuatro de mayo a las 16 horas, en la Plaza Haymarket.

Ese día se reunieron unas 15 mil personas. En el lugar se dirigieron a los manifestantes los dirigentes obreros Spies, Parsons y Fielden.

En un momento, mientras hablaba el último y cuando ya la concurrencia se encontraba bastante mermada, avanzaron 180 policías contra los manifestantes ordenando poner fin a la reunión.

Inexplicablemente, los policías abrieron fuego contra los obreros, matando a 38 e hiriendo a 115 de ellos. Chicago fue puesta en estado de sitio y se inició una batida contra anarquistas, socialistas y trabajadores extranjeros, especialmente originarios de Alemania.
El proceso

Como si se tratara de la novela del inolvidable checo Franz Kafka, la detención se inició de inmediato con la complicidad de la prensa que daba por descontada la absoluta culpabilidad de los dirigentes en los sucesos de los días anteriores. Se dijo que Schanaubelt había arrojado la bomba, que Spies y Fischer le ayudaron y que Lingg la había fabricado.

Simultáneamente, se desarrollaba el examen de candidatos para integrar el Gran Jurado. El juicio se inició el 15 de julio de 1886, promoviendo el fiscal Grinnell los cargos de conspiración y asesinato de policías. Llegó a afirmar que los sucesos fueron promovidos por una revolución el 1º de mayo.

Los testigos contra los dirigentes fueron el capitán de policía a cargo de la represión y los ex anarquistas Waller, Scharader y Sclinger. Diversas afirmaciones de los "testigos" fueron desestimadas por tratarse de falsedades comprobadas.

El juicio resultó una farsa montada con el único objetivo de culpar a los dirigentes obreros y así desbaratar su movimiento.

El 20 de agosto de 1886, el jurado dictaminó condena a muerte para Spies, Schwab, Lingg, Engel, Fielden, Parsons y Fisher y 15 años de trabajos forzados para Neebe. Tras esto, se concedió la palabra a cada uno de los condenados los que hicieron gala de elocuencia y valentía para enfrentar tan dramático momento.

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