martes, enero 10, 2017

Lo Nuestro: El País de la Eterna Primavera...

En mi reciente viaje al terruño rompí capote y salí del nano mundo USA-El Salvador y viceversa, y me fui a visitar la hermana mayor de Centroamérica: Guatemala.

No es que tenga ronchera para viajar, el volado que para esos trotes se necesitan indispensablemente dos cosas: dinero y tiempo... Lo más común en la primera mitad de mi sexenio de vida fue la acabazón y precisamente cuando predominaba la acabazón el tiempo abundaba en paleta... Es un puchito al revés hoy..., pero el tiempo no abunda.

En mi tribu es célebre que el hermano menor de mi ruco, un longevo tío de 94 años que aún vive en Chicago, nació en Antigua Guatemala y regresó de meses al terruño..., como mi tata se llevaba la contra con mi tío, él se emputaba cuando alguno de la tribu indiscretamente desenterraba el “secreto” que mi abuela decía él también nació allí... Siempre negó eso mi viejo y decía ser "puro salvadoreño y punto"...  Y cuidado con decir algo más.

Pero todo apunta conexión chapina en el rollo familiar.

Yo tenía siete años cuando estos momificados recuerdos acaloradamente se discutían en la tribu..., así oí por vez primera de Antigua Guatemala..., se me cruzó por la mente que me gustaría conocerla... 55 años después se me hizo visitarla.

Durante mi escuela se enseñaba en los cursos de ciencias sociales la reseña histórica de la ciudad y su jerarquía durante la época colonial. Información que fácilmente se obtiene hoy en la red.

Durante su grandiosidad la ciudad fue considerada una de las tres más bellas ciudades de las Indias Españolas.... Hoy ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Lo que yo vi fue una limpia, ordenada, alegre y racialmente diversa pequeña ciudad... En arquitectura le hallé un cachito similar a Suchitoto con calles estrechas, empedradas, balcones y ventanas amplias, enormes puertas de madera antigua, pujante, nublada y gélida.

Pero son dos volcanes los que intimidan la primera impresión visual de la ciudad... El Volcán de Agua, el más pequeño, es el nuevo Faro de Centroamérica, hace un par de meses estuvo echando lava y en su pico se aprecia la secuela.

Casi pegado al Volcán de Agua se halla el imponente Volcán Acatenango que destruyó la ciudad en 1541 y ocasionó su traslado ocho kilómetros más lejos, en el Valle de Panchoy, su ubicación actual.

Escuché varios dialectos nahualescos, los indígenas fácilmente se distinguen por el colorido y la forma de vestir. Son gentes bien amables y amigables, algunos de ellos ni hablan español.

Tanto en mi terruño como en Guatemala, una onda fría estaba dominando el clima, de día 70s, de noche 50-60s... Pero Antigua estaba grados más fría que mi terruño.

Escuché lo que mi amigo chapín, un chicaguense hoy retirado y convertido antigüeño, mi host y guía en mi aventura chapina, él me dijo, oyendo una marimba chapina en un magno evento sucediendo ese frío sábado: "es la mejor marimba del país"... Y tuve cuidado porque la marimba para el hermano guatemalteco es como la pupusa nuestra: es sagrada.


Visité la ciudad de Panajachel en el bello Lago de Atitlán, departamento de Sololá... Desde la Carretera Panamericana el desvío en la Carretera 1 pica hacia abajo en una curva bajada típica de los highways de la Patria Grande... El lago en la hondonada se comienza apreciar.

Atitlán parece estar en un gigantesco cráter, como Ilopango... Pero de nuevo, primero, antes de apreciar la belleza del lago, no se puede evitar apreciar la belleza de los  imponentes volcanes que bordean el lago.

Pero la ciudad de Huehuetenango resultó más fría y más colonial que la turística Panajachel.

Son casi cuatro horas de manejo desde Panajachel hasta el departamento de Huehuetenango que fronteriza con México lindo y malquerido.

La Carretera Panamericana es, como en el terruño, terriblemente llena de curvas pero en excelente estado...Sube y baja montañas y antes de llegar a la ciudad cabecera del departamento de Huehuetenango se atraviesa un ejército de túmulos cada medio kilómetro.

En 1969 una tía me llevó a Esquipulas y siempre sacaba pecho que ya era "internacional", pero Esquipulas es una nimiedad ante lo mucho por visitar que tiene el País de la Eterna Primavera.

Aunque me ha quedado mucho por conocer de Guate, al menos ya rompí capote y salí del enano mundo USA-terruño..., y si El Eterno me presta salud mi resolución para 2017 es comenzar a tecniquear con el retiro para visitar y conocer algo más de Guatemala y la Patria Grande.

¡Salud y Bienestar en 2017 a todos los amigos y visitantes de este blog!

Tamen
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