Septiembre
de 1973 fue año clave para un vato loco de 19 años. Más vergón aún,
finalmente el fraudulento Coronel Arturo
Molina anunciaba la reapertura militarizada
de la Universidad Nacional para el tres
de octubre.
Me había
graduado hacía dos años en la Promoción
Che Guevara 1971 de INFRAMEN. Fue la última graduación con el viejo sistema
de dos años de bachillerato eliminado
por Béneke y recibí el título de
bachiller en "Ciencias, Letras y Matemáticas" en una revolucionaria ceremonia el dos de Junio de 1972, en el cine
Libertad.
Todas mi miras y sueños era entrar a la U, una
perras ganas de estudiar medicina y
ser universitario. Ya había pasado el examen
de admisión de un día entero en enero, estaba listo, y aunque ya tenía
cinco meses de haber comenzado a fumar, no
bebía ni le ponía a la mota, había probado y no me gustó…, era un vato cuadrado porque para entonces casi
toda la mara le ponía.
Entonces
llegó la debacle…
En marzo de
1972, gracias al Gran Fraude, arribó
como presidente el fascistoide coronel Molina a la presidencia, y a escasos 18
días de tomar cargo, el 19 de julio de
1972, envía al ejército a tomarse la Universidad.
Ya he
contado que cuando recibí la noticia a la una de la tarde ese día, me encaramé
al techo de mi casa, bajo la sombra del palo de guayabas peruleras de mi tata,
y me puse a chillar.
La U pasó cerraba y siendo destruida por el
complejo militar/oligárquico/gringo por 14 meses. Molina anunció la reapertura
para el tres de Octubre.
Tuve un año sin hacer ni cojones, pura
huevonera, y de vato cuadrado me promoví
de vato loco.
Me dejé crecer el pelo, empecé a usar pantalones acampanados y camisas tipo
Joe Cocker, toda mi mara le ponía así que principié
a ponerle a la mota también…, el uso del cannabis se había regado en mi colonia Santa Lucía.
Pero
entonces en el terruño la marihuana era heavy drug y ser devanado por la cuilia con una lata de 20 vergas era salir en primera plana, o ser enchuchado por un
join de a colón era un escándalo entre
la rucada de vecinos y un colorazo que
nunca se quitaba.
Comencé a oír
a Santana, Black Sabbath, Led Zeppelin, Cactus,
Jethro Tull, Vanilla Fudge, Moddy Blues, Iron Butterfly…, o sea, lo que mi
mara llamaba "música subterránea" porque eran rolas que no se oían ni en La Femenina.
Me
enculaba decir que las cumbias
eran para las choleras y las rancheras
para los jinchos.
Entonces
comenzaron anunciar en La Femenina, 1080 y en el "punto alegre del cuadrante"
la llegada de la banda de Carlos Santana
a El Salvador el 28 de septiembre de 1973… ¡Una semana antes de la apertura
de la U!
Hacía seis
años había ido a ver a Benny y Los Yaki
de México al gimnasio y pensé ya la tenía hecha…. Pero esta vez era Santana
Band de Woodstock, la lica y el soundtrack aún sonaba y tenía prestigio
entre la mara.
La entrada
al gimnasio iba a costar tres colones
en Platea Alta, aunque vivía en lipidia yo comencé a talonear la feria. Unas cuantas libras del pasquín de quiquito y botellas vacías de Tic Tac, Espíritu de Caña
y Muñecoff, consumo de mi tata, me sacaron de agüite.
Llegado el
día del concierto íbamos al show de las 5 pm., ocho vatos…, mi mara… y una bien alivianada lata de monte de 20 vergas… Pero nos bajaron porque Santana
no fue lo que todos esperábamos.
Para
empezar, sólo el baterista había
quedado del grupo original de Woodstock. Chepito Áreas, Greg Rollie, Carabello
estaban ausentes… y excepto por Samba Pa
Ti, que no vi porque la tocaron en el concierto de las 8pm, Santana sólo
música del álbum Caravanserai tocó
en el concierto de las 5pm, una música jazz-rock
bien diferente a la pegajosa salsa-rock
del tradicional Santana.
Para
nosotros fue todo un bajón.
Salimos bien pedos pero no satisfechos, al
llegar a la colonia la mara me hizo sacar mi guitarra y nos fuimos al "mirador
secreto" con un bote y la resaca de la lata.
¡Juventud
Divino Tesoro…!, dijo aquél.
Tamen
.
1 comentario:
me too estuve en ese concert. buena onda, pero los tiempos eran mas inocentes. cuanto queres por ese tiquete?
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