miércoles, marzo 16, 2022

Celebrando 14 Años: El Verbo Error


Hace 14 años escribía esta experiencia, o sea, mi experiencia con el alcohol. Este año 2022 serán 41 años de aquel fatídico febrero cuando me eche los últimos tragos de alcohol… Fueron dos botes de Tíc Táck que nos chupamos con mi alero y hermano de toda la vida.

Yo no me programé, ni mi ruco ni mi madre me programaron, para ser "débil" ante el alcohol, nadie me hizo brujería como mi madre murió creyendo sucedió con mi hermano mayor…

Lo que sí sucedió fue que el día de la jodarria estudiantil en Inframen, último año y último día como estudiante de secundaria, me puse la primer señora talega que, aunque quedé asustado, le gustó mucho a mis neuronas y alebrestó a mi tripa guarera.

Hasta ahora ya no he bebido, disfruto platicando con mis cheros en cualquier cantina, sin que mi tripa guarera se ponga insidiosa y jelengosa.

Aprendí a vivir, y más importante, aprendí a disfrutar vivir sin ponerme a talega. Ya no envidio a los bolos "normales", aquellos que chupan y no hacen las bestialidades que yo hacía en completo blackout.

Es a la sociedad de bolos, que yo considero instrumento de Mi Dios, donde busqué ayuda con aceptación y humildad, quienes me enseñaron a vivir sin beber en una sociedad alcoholizada.

"¿No cree en Dios, pendejo?, pues crea en esa silla donde se sienta, ponga fe en que esa silla lo ayudará dejar de beber y venga cuando quiera y pueda a reunirse con nosotros…"

Descubrí que allí, a mi corta edad de 27 años, hablaban el lenguaje que yo NO entendía en el mundo alcoholizado. Aquí comprendí que, aunque bien enculado del alcohol, yo jamás aprendería a disfrutar de el...

Tamen

año 2022

EL VERBO ERROR

"Errar es de humanos, rectificar es de hombres"... No recuerdo cuando fue la primera vez que escuché este popular refrán, pero a mi tata le encantaba repetírmelo constantemente.

El clavo es que la palabra error tiene dos componentes y un vergo de engendros. Hacer el error y reconocerlo uno mismo es el primer componente. El segundo componente es rectificar el error.

Los terrícolas guanacos le damos al error muchos nombres: errorcito, errorazo, error garrafal, error de buena fe, error intencional, indetectable, cagada y horror. Pero un error lo define Encarta como "Concepto equivocado o juicio falso. 2. Acción desacertada o equivocada. 3. Cosa hecha erradamente.  ....  5. Fís. y Mat. Diferencia entre el valor medido o calculado y el real".

Como la mentira hay errores buenos, y hay errores malos como hay "horrores y errorcitos".

El error puede ser un acierto y equivocación a la vez (el mensaje es correcto, pero el mensajero es errado…, casarse fue correcto, el escoge fue el error) o una falta (el penalti fue error, pero la zancadilla fue inteligente).

Un tiempo yo pensé que chupar fue el error más colosal de mi vida, pero, sin embargo, hoy reconozco que antes del error está la predisposición genética individual a cometer ese error como miembro de un segmento poblacional que bebe bebidas alcohólicas.

Lo mismo digo con el fumar, ser dejado, desordenado, malcriado... Y como en el caso de mi alcoholismo, yo nací predispuesto a sufrir alergia y obsesión mental por el alcohol, algo que mi mejor amigo no sufre, a pesar de que casi empezamos chupando juntos.

Para enderezar mi error primero voluntariamente reconocí que era impotente ante ese onda, yo me convencí, después de infinito tratar, que yo sólo, por mí mismo, no podía superarlo... Luego vino el huevo de aprender a vivir sin cometer de nuevo ese error.

Reconocerme impotente para luchar contra algo que no había podido derrotar con mi mente requirió que me bajara al pozo, que me pusiera humilde y honesto.

Pero yo no significo la onda de juntar mis manos en señal de oración e impotencia que en algunos trabaja, sino algo mucho más íntimo, introspectivo, espiritual.

Sin ese primer paso del reconocimiento, el error no existía más que entre los que vivían y convivían conmigo.

¡Pobechito de mí!...

Pero yo así lo quise.

Su Ser, un universo que flota,

Es mi viento de libre albedrío,

Su Rostro, fulgor de luz ignota,

Es Mi Señor y temo su poderío...

 

Yo he osado contra Su Diestra,

un ego inflado, ente testarudo,

olvidarlo hizo mi vida siniestra,

reencontrarlo fue aún más rudo...

 

Retarlo me arrastró a un abismo,

fondo tétrico, lleno de endriagos,

sumideros de envidia y egoísmo,

años aciagos y amargos estragos...

 

Mi alma era una Caja de Pandora,

mi mente plétora de masa aviesa,

mi corazón hiel con saña atesora,

mi cuerpo encubierto en aspereza...

 

Entonces me exalté, y me humilló,

humillado me humillé, y me salvó,

pedí con sumisión, y me escuchó,

y un rayo de esperanza Él irradió...

 

Mi derrota descubrió mil defectos,

inició a rumiar en mí, no en otros,

y luché por tornar al sendero recto,

senda que Él guía... ¡a nosotros!

Tamen

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Originalmente publicado en junio de 2008

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