Hace un año tuve la oportunidad de hacer un tour de
las islas del Golfo de Fonseca. Parte
del tour incluía una visita a la bella ciudad
de Conchagua, ciudad libre de
mareros y ubicada en las faldas del
volcán de Conchagua o Amapala.
Visité la ciudad de noche, llegamos a las 7 pm, pero
encontré un pueblo alegre, dinámico,
campechano y con muchos visitantes. El guía turístico, un señor local de
mediana edad, cuando nos habló del origen
de la ciudad y su nombre, de paso nos narró la leyenda precolombina de una mujer piel blanca que influyó mucho en el desarrollo de la ciudad y en el progreso de sus habitantes lencas.
La narración del guía sobre la historia de la mujer blanca que nadie supo de donde llegó despertó a mis neuronas, me sonó
familiar el volado... Pero hay otras leyendas sobre seres raza blanca en las tradiciones de varios pueblos indígenas
precolombinos.
Me agradó ver a un humilde nativo de Conchagua como guía
turístico, un mestizo como yo, usurpando una labor que se creería es exclusivo
de "gente estudiaba"..., aunque ni creí ni dejé de creer en la leyenda,
la narrativa me gustó..., entonces,
curioso, me fui a rebuscar este
relato y escarbar la fuente y veracidad.
Aunque no tengo una biblioteca de decir "qué bruto", tengo libros herencia de mi ruco y tengo internet... ¡Hace tan sólo un cuarto de siglo hubiera sido imposible la
tarea de localizar este relato en la
historia nuestra!
Encontré la
historia que nos narró el guía en dos distintos libros: en la Historia de El Salvador de Santiago Ignacio
Barberena y en la Toponimia
Autóctona de Jorge Lardé y Larín.
Uno narra e inmortaliza y el otro desglosa y la
destruye.
Antes una reseña
de esta bella entrada de tierra, o "ínsula" como la llama Lardé y Larín, que Andrés Niño, Piloto Mayor de la escuadra del
conquistador Gil González Dávila, descubrió en el Siglo XVI. Lo nombró Golfo de
Fonseca.
El origen del nombre
Fonseca se dice es en honor a Juan
Rodríguez de Fonseca, capellán de la reina Isabel II, enemigo de Cristóbal Colón y regente
del Consejo de Las Indias.
El Golfo de
Fonseca abarca un área de 3,200 km2
compartidos entre Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Su litoral costero se extiende por 261 kilómetros de los cuales el mayor
tajo lo tiene Honduras con 185 km,
le sigue Nicaragua con 40 km y para
el más chiquito como mi terruño le dejan el bagazo de 29 kilómetros de litoral
costero.
Las zonas limítrofes y la posesión de las varias islas se mantuvieron en disputa entre los tres
países hermanos hasta 1992 cuando la Corte
Internacional de Justicia definió las fronteras marítimas y la posesión de
tierras. A El Salvador le fue concedido
las islas de Meanguera y Meanguerita.
A Honduras la isla El Tigre, una de las más
grandes.
Pero de todas las islas
guanacas la más importante históricamente
es la pequeña isla de Conchagüita y
de la cual se origina la hoy bella ciudad
de Conchagua.
Esta pequeña isla de origen
volcánico fue bien conocida por los cronistas, viajeros españoles..., y los
piratas ingleses..., desde el siglo XVI.
Es una isla alrededor de ocho kilómetros
cuadrados de forma elongada, tan
diminuta que parece increíble la
importancia que tenía hace 500 años, y más asombroso que este cutuco de tierra,
hace medio milenio, haya albergado a
dos tribus lencas: los Conxuaga o Conchagua,
y los Tecas.
El guía turístico nos relató que debido al ataque del pirata de su majestad británica, Francis Drake, los indígenas Conxuaga de la isla
Conchagüita emigraron a tierra firme y fundaron
la ciudad de Conchagua donde hoy se encuentra.
El guía no daba casaca, estaba ilustrado.
El guía no daba casaca, estaba ilustrado.
En ese mismo año (1586) los
habitantes de Conxagua, Teca y Mianguera (o Miangola) sufrieron las consecuencias
de la presencia del célebre corsario y almirante inglés sir Francisco Drake:
los más huyeron con sus familias, a la tierra continental, mientras los invasores
saqueaban e incendiaban esos miserables pueblos y degollaban a los moradores
que no pudieron huir... ,,, En 1613 los piratas ingleses volvieron atacar los
pueblos lencas causando muerte y desolación. (Toponimia Autóctona El Salvador
Oriental página 202)
Son famosos los ataques que este pirata
inglés, y otros, realizaron a varias ciudades americanas en la costa del Pacífico. El pirata de su
majestad Sir Francis Drake fue el segundo
hombre, viniendo del Océano
Atlántico, en atravesar el Estrecho
de Magallanes para pasar al Océano Pacífico 60 años después de Fernando de Magallanes.
En reconocimiento a sus piraterías, genocidio,
saqueo y destrucción de ciudades coloniales
e indígenas en América, Francis
Drake fue nombrado "caballero de la reina" por la reina Isabel II.
Los libros de Historia anglosajones
llaman a Drake entrepreneur, o empresario,
cuando sólo fue un pinche pirata asesino.
Regresemos a la isla Conchagüita... "Comixagua es el nombre potón que
escogieron los primeros cronistas españoles en el siglo XVI para referirse a la
isla de Conchagüita"... dice Jorge Lardé y Larín.
Pero Santiago Barberena dice en su Historia de El Salvador Tomo II que...
"Comixagua actualmente se conoce como
isla del Tigre".
Lardé y Larín refuta a
Barberena y dice que no es la isla del
Tigre hoy perteneciendo a Honduras de la que habla la leyenda, sino se refiere a la isla
guanaca de Conchagüita.
Así cuenta Ignacio Barberena
la leyenda de la sabia mujer piel blanca
que le oí al guía: "En algunos
pueblos de la actual República de Honduras se conservaba la tradición de haber
aparecido, como 200 años antes de la conquista, una mujer blanca y muy sabia en
el arte adivinatorio, a la que dieron los indios el nombre de comizahual (tigre
que vuela). Referían que había llevado por el aire una piedra grande de tres
puntas en cada una de las cuales estaba figurado un rostro deforme, y que con
esa piedra ganaban las batallas contra sus enemigos, etc, etc."
"Tenemos pues que la isla de Comixahua
o de Comizahual estaba consagrada a una de las más interesantes leyendas indígenas
centroamericanas y dicho nombre significa Tigre que Vuela".
Lardé y Larín, a la vez que cuenta la misma leyenda en la Toponimia, despedaza
este último párrafo de Barberena: "Esta
leyenda lenca de Comizahual, propia de la región de Cerquín en Cabo Gracias a
Dios (Honduras) nada tiene que ver, ciertamente, con el toponímico Comixagua o
Comixagoa, como infundadamente pensó el sabio maestro Dr. Santiago I. Barberena".
La leyenda lenca de la "sabia mujer blanca", dice Lardé y Larín-, se halla en el libro Monarquía Indiana de Fray
Juan de Torquemada, pero nada tienen que ver con el nombre Comixagua.
"En esa leyenda la clave en el nombre
de la heroína civilizadora es el 'tigre'.... en poton o lenca 'tigre' se dice lepa o léba; en nahuatl o pipil tecuan;
en chorti, o cholti y otros idiomas maya-quiché, balam;.... De tal suerte que ni comi ni zahual, en
ninguno de los idiomas prehispánicos de Centro América significa tigre".
Fundada la ciudad de Conchagua
en 1683 por pueblos lencas, según Jorge Lardé y Larín, la palabra Conchagua es lengua potón y significa "valle
delgado".
Potón es nombre dado a la lengua de los pueblos lencas dominantes de la
zona.
En este debate histórico entre
dos académicos nuestros de distintas generaciones, el Dr. Lardé y Larín
presenta extractos de muchos documentos de diferentes autores para apoyar su hipótesis que el Dr.
Barberena está errado sobre la palabra Comixagua
y el contexto histórico de la zona. Tiene sólidos argumentos.
Pero como la historia nunca
termina de escribirse, hasta que no salga otro historiador nuestro que
muestre citas y documentos que rebatan
la ponencia del Dr. Lardé y Larín sobre la historia de conchagüita-Conchagua- Golfo de Fonseca,
pienso que Larde y Larín está correcto.
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