miércoles, abril 27, 2016

Lo Nuestro: Las Islas del Golfo de Fonseca

Yo sé que muchos de ustedes en la diáspora conocen la Ciudad de La Unión en el Golfo de Fonseca, pero estoy seguro muy pocos han hecho un crucero alrededor de las varias islas e islotes del Golfo que forman parte del terruño.

La ciudad de La Unión guarda un lugar especial en mi sarcófago de recuerdos.


Conocí la ciudad en mi adolescencia y me enamoré de ella, aún sigo amándola.... pero entonces veía sus islas, o lo que mi vista alcanzaba a ver, desde la orilla de la ciudad.... su Malecón lo visitaba de noche ya sea para tostarme un caño o amasar una jeva.

Hoy hay tours cada fin de semana y con afrontable precio para un desmigrado como yo... Por $75 chuyas lo llevan y traen desde la capital y pasar dos días una noche chéveres alojados en el Comfort Inn con desayuno incluido.

Salimos sábado a las 7 am en un buen vehículo y llegamos casi al mediodía al hotel, nos llevaron a pasar la tarde a la playa Las Tunas... A las 7 de la noche a visitar la ciudad de Conchagua en las faldas del volcán del mismo nombre.

¡Un bello pueblo!

Un guía local, parte del paquete, nos dio un tour por el pueblo mientras nos instruía sobre la historia de la ciudad, de su iglesia, el campanario, los tigres de la fuente en medio del parque... y luego a tramar al pupusodromo enfrente del parque.

Increíble! eran las 9 pm y el parque y pupusodromo estaba repleto de gente local y visitantes...

¡Conchagua es un pueblo libre de maras!

Tan sabroso dormí en el hotel que no me quería levantar, a las 7 am suena el teléfono: ¡El gran tour de las islas del golfo iba a comenzar!

Nos embarcamos en el viejo Malecón, hoy tan diferente, modernizado, antaño me sentaba en su orilla con las patas colgando, lo que hoy me daría la pálida hacerlo... 

Volver a ver El Malecón trajo bellos recuerdos, noches oscuras estrelladas oyendo el oleaje y marea pero sin poder ver nada.

Esta vez, junto a 10 personas, con el capitán del bote-cayuco y el guía turístico, zarpamos a un inolvidable gira en el Golfo de Fonseca que el español Andrés Niño había descubierto hacía casi 500 años.

Nunca había visto la costa unionense desde el mar. Pasamos por Cutuco, Punta Ruca, Punta Gorda, Playitas... lugares escasamente poblados en 1971-72, hoy tan poblados e irreconocibles.

Después de cruzar unas cuevas marinas llegamos a Punta Chiquirín, allí el bote de motor se alejó de la costa y se dirigió mar adentro hacia las islas Conchaguita y Meanguera...

Increíble pero estas islas también están bien pobladas, con casas modernas y tierra bien cuidada y cultivada.

El bote se metió en un pequeño estrecho entre las islas de Meanguera (la isla más grande de todas las islas salvadoreñas) y la pequeña isla Meanguerita, Pirigallo, o también apropiadamente llamada Isla de Los Pájaros por la enorme
cantidad de aves marinas que tiene la isla..., el bote circunda casi toda esta pequeña isla y se escuchaban pájaros por doquier... El gobierno ha declarado esta isla patrimonio nacional y los destructores terrícolas tienen vedado habitar allí.

De regreso casi al mediodía pasamos almorzar en la isla Zacatillo del lado costero que mira al mar hacia las islas Ilca y Martín Pérez de la cual el guía mencionó un gobierno pretendió convertirla en presidio, no pasó de planos.

Anclamos y bajamos en un chalet comedor de los 4-5 que había y me clavé un boca colorada que parecía tiburón de lo grande que era.

Todo estuvo perfecto..., hasta que a las tres de la tarde zarpamos de la isla Zacatillo de regreso a El Malecón.... teníamos que navegar por mar abierto.

El "capitán" del bote-cayuco nos dijo que nos agarráramos bien porque el mar estaba "picado"... Puta, si eso es picado, pensé socando en medio del despelote, ¿qué será cuando el mar está "bravo"?... Olas y hondonadas de 2-3 metros se abrían ante mi vista, cuando el bote fibra de vidrio golpeaba y rompía el oleaje el bote crujía...

"Esta mierda se va partir en dos" pensaba en medio del griterío de todos... Y ¿qué tal si se vuelve a quedar sin gasolina como sucedió con mar tranquilo en la mañana?

El guía nos había dicho durante la charla antes del viaje que el chaleco salvavidas duraba con aire por 24 horas y que si se daba el caso que el bote se volcara tratáramos de mantenernos agarrados al bote.

Pero ya montado en el macho yo estaba seguro que con esa correntada arremolinada, y los ventarrones de 20-30 millas por hora, si el bote se volcaba, cuando yo saliera a flote –si salía- ya anduviera flotando por Honduras o Nicaragua.

Pero la casaca campeona del guía fue cuando nos dijo gritando en medio del desvergue que "no se preocupen porque no hay tiburones estos sólo llegan al golfo en octubre-noviembre, pero agárrense bien.."

Gracias a Dios nadie pudo comprobar si el guía pajeaba porque cuando después de 30 minutos de mar abierto el bote alcanzó la costa la mar se calmó... todos estábamos como que nadando cruzamos esos 30 largos minutos.


Pero fue un inolvidable y aleccionador viaje que yo les recomiendo a todos cuando visiten el terruño.

De plano conozcamos nuestro pequeño terruño primero antes de sacar pecho que somos trotamundos.

Tamen
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