Yo sé que
muchos de ustedes en la diáspora conocen la Ciudad de La Unión en el Golfo de
Fonseca, pero estoy seguro muy pocos han hecho un crucero alrededor de las varias
islas e islotes del Golfo que forman parte del terruño.
La ciudad
de La Unión guarda un lugar especial en mi sarcófago de recuerdos.
Conocí la
ciudad en mi adolescencia y me enamoré de ella, aún sigo amándola.... pero entonces veía sus islas, o lo
que mi vista alcanzaba a ver, desde la orilla de la ciudad.... su
Malecón lo visitaba de noche ya sea para tostarme un caño o amasar una jeva.
Hoy hay
tours cada fin de semana y con afrontable precio para un desmigrado como yo... Por
$75 chuyas lo llevan y traen desde la capital y pasar dos días una noche chéveres
alojados en el Comfort Inn con desayuno incluido.
Salimos
sábado a las 7 am en un buen vehículo y llegamos casi al mediodía al hotel, nos llevaron a pasar la tarde a la playa Las Tunas... A las 7 de la noche a visitar la ciudad de Conchagua en las faldas del volcán
del mismo nombre.
¡Un bello
pueblo!
Un guía local,
parte del paquete, nos dio un tour por el pueblo mientras nos instruía sobre la historia de la
ciudad, de su iglesia, el campanario, los tigres de la fuente en medio del parque...
y luego a tramar al pupusodromo enfrente del parque.
Increíble! eran las 9 pm y el parque y pupusodromo estaba repleto de gente local y visitantes...
¡Conchagua es un pueblo libre de maras!
¡Conchagua es un pueblo libre de maras!
Tan sabroso
dormí en el hotel que no me quería levantar, a las 7 am suena el
teléfono: ¡El gran tour de las islas del golfo iba a comenzar!
Nos
embarcamos en el viejo Malecón, hoy tan diferente, modernizado, antaño me sentaba en su orilla con las patas colgando, lo que hoy me daría la pálida hacerlo...
Volver a ver El Malecón trajo bellos recuerdos, noches oscuras estrelladas oyendo el oleaje y marea pero sin poder ver nada.
Esta vez, junto a 10 personas, con el capitán del bote-cayuco y el guía turístico, zarpamos a un inolvidable gira en el Golfo de Fonseca que el español Andrés Niño había descubierto hacía casi 500 años.
Esta vez, junto a 10 personas, con el capitán del bote-cayuco y el guía turístico, zarpamos a un inolvidable gira en el Golfo de Fonseca que el español Andrés Niño había descubierto hacía casi 500 años.
Nunca había
visto la costa unionense desde el mar. Pasamos por Cutuco, Punta Ruca, Punta
Gorda, Playitas... lugares escasamente poblados en 1971-72, hoy tan poblados e irreconocibles.
Después de
cruzar unas cuevas marinas llegamos a Punta Chiquirín, allí el bote de motor se
alejó de la costa y se dirigió mar adentro hacia las islas Conchaguita y Meanguera...
Increíble pero estas islas también están bien pobladas, con casas modernas y tierra bien cuidada y cultivada.
El bote se
metió en un pequeño estrecho entre las islas de Meanguera (la isla más grande
de todas las islas salvadoreñas) y la pequeña isla Meanguerita, Pirigallo, o
también apropiadamente llamada Isla de Los Pájaros por la enorme
cantidad de
aves marinas que tiene la isla..., el bote circunda casi toda esta pequeña isla
y se escuchaban pájaros por doquier... El gobierno ha declarado esta isla
patrimonio nacional y los destructores terrícolas tienen vedado habitar allí.
De regreso
casi al mediodía pasamos almorzar en la isla Zacatillo del lado costero que
mira al mar hacia las islas Ilca y Martín Pérez de la cual el guía mencionó un
gobierno pretendió convertirla en presidio, no pasó de planos.
Anclamos y bajamos en un chalet comedor
de los 4-5 que había y me clavé un boca colorada que parecía tiburón de lo
grande que era.
Todo estuvo
perfecto..., hasta que a las tres de la tarde zarpamos de la isla Zacatillo de
regreso a El Malecón.... teníamos que navegar por mar abierto.
El "capitán" del bote-cayuco nos dijo que nos agarráramos bien porque el mar estaba "picado"...
Puta, si eso es picado, pensé socando en medio del despelote, ¿qué será cuando
el mar está "bravo"?... Olas y hondonadas de 2-3 metros se abrían ante mi
vista, cuando el bote fibra de vidrio golpeaba y rompía el oleaje el bote crujía...
"Esta
mierda se va partir en dos" pensaba en medio del griterío de todos... Y ¿qué tal si se vuelve a quedar sin gasolina como sucedió con mar tranquilo en la mañana?
El guía nos
había dicho durante la charla antes del viaje que el chaleco salvavidas duraba
con aire por 24 horas y que si se daba el caso que el bote se volcara
tratáramos de mantenernos agarrados al bote.
Pero ya
montado en el macho yo estaba seguro que con esa correntada arremolinada, y los ventarrones
de 20-30 millas por hora, si el bote se volcaba, cuando yo saliera a flote –si salía- ya anduviera flotando por Honduras o Nicaragua.
Pero la casaca
campeona del guía fue cuando nos dijo gritando en medio del desvergue que "no se
preocupen porque no hay tiburones estos sólo llegan al golfo en octubre-noviembre, pero agárrense bien.."
Gracias a
Dios nadie pudo comprobar si el guía pajeaba porque cuando después de 30
minutos de mar abierto el bote alcanzó la costa la mar se calmó... todos estábamos
como que nadando cruzamos esos 30 largos minutos.
Pero fue un
inolvidable y aleccionador viaje que yo les recomiendo a todos cuando
visiten el terruño.
De plano conozcamos nuestro pequeño terruño primero antes
de sacar pecho que somos trotamundos.
Tamen
.
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