Günter Grass es un poeta
alemán de 85 años, ganador del premio
Nobel de Literatura 1999. Honestamente no
sabía nada de él… hasta que hace unos días publicó en Alemania e Italia un poema-denuncia contra la entidad
sionista.
Los versos han generado picazón de ñañaras entre los líderes y simpatizantes
sionistas.
Este reconocido
literato alemán muestra que la intelectualidad
occidental quiere sacudirse el
terror que 67 años oscuros,
impuesto por el yugo sionista con las palabras “antisemitismo” y “holocausto”, palabras
que provocan pánico y aculeramiento en la mente occidental…
Lo que este
poeta espere next es su desacreditación en los medios de
difusión masivos, seguido por su demonización,
pero estoy seguro un intelectual del nivel del poeta alemán ya tiene previsto que ésto viene… los
líderes sionistas ya comenzaron llamándole “antisemita” y le encararon amenazante
la farsa “holocausto”.
Con esas dos pajas los líderes sionistas juegan a eterna víctima cuando son viciosos y farsantes terroristas que por 60 años han impuesto terror sobre la imaginación y candidez europea con esas dos armas políticas.
Este poeta descubre
lo que son, y lo hace con gracia, y con
clase…
Estos son los
versos:
Lo Que Hay Que decir
Por qué
guardo silencio, demasiado tiempo,
sobre lo
que es manifiesto y se utilizaba
en juegos
de guerra a cuyo final, supervivientes,
solo
acabamos como notas a pie de página.
Es el
supuesto derecho a un ataque preventivo
el que
podría exterminar al pueblo iraní,
subyugado y
conducido al júbilo organizado
por un
fanfarrón,
porque en
su jurisdicción se sospecha
la
fabricación de una bomba atómica.
Pero ¿por
qué me prohíbo nombrar
a ese otro
país en el que
desde hace
años —aunque mantenido en secreto—
se dispone
de un creciente potencial nuclear,
fuera de
control, ya que
es
inaccesible a toda inspección?
El silencio
general sobre ese hecho,
al que se
ha sometido mi propio silencio,
lo siento
como gravosa mentira
y coacción
que amenaza castigar
en cuanto
no se respeta;
“antisemitismo”
se llama la condena.
Ahora, sin
embargo, porque mi país,
alcanzado y
llamado a capítulo una y otra vez
por
crímenes muy propios
sin
parangón alguno,
de nuevo y
de forma rutinaria, aunque
enseguida calificada
de reparación,
va a
entregar a Israel otro submarino cuya especialidad
es dirigir
ojivas aniquiladoras
hacia donde
no se ha probado
la
existencia de una sola bomba,
aunque se
quiera aportar como prueba el temor...
digo lo que
hay que decir.
¿Por qué he
callado hasta ahora?
Porque
creía que mi origen,
marcado por
un estigma imborrable,
me prohibía
atribuir ese hecho, como evidente,
al país de
Israel, al que estoy unido
y quiero
seguir estándolo.
¿Por qué
solo ahora lo digo,
envejecido
y con mi última tinta:
Israel,
potencia nuclear, pone en peligro
una paz
mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay
que decir
lo que
mañana podría ser demasiado tarde,
y porque
—suficientemente incriminados como alemanes—
podríamos
ser cómplices de un crimen
que es
previsible, por lo que nuestra parte de culpa
no podría
extinguirse
con ninguna
de las excusas habituales.
Lo admito:
no sigo callando
porque
estoy harto
de la
hipocresía de Occidente; cabe esperar además
que muchos
se liberen del silencio, exijan
al causante
de ese peligro visible que renuncie
al uso de
la fuerza e insistan también
en que los
gobiernos de ambos países permitan
el control
permanente y sin trabas
por una
instancia internacional
del
potencial nuclear israelí
y de las
instalaciones nucleares iraníes.
Solo así
podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,
más aún, a
todos los seres humanos que en esa región
ocupada por
la demencia
viven
enemistados codo con codo,
odiándose
mutuamente,
y en definitiva también ayudarnos.
Günter Grass
Tamen
4 comentarios:
buenisimo!!!!
Esto si es profundo señor Tamen, la parte que más me llegó al corazón fue esa de:
"...Lo admito: no sigo callando
porque estoy harto
de la hipocresía de Occidente..."
Bien por usted al publicar el poema.
Saludos.-
He admirado por mucho tiempo a Grass (algunos libros son muy interesantes, especialmente el de aquel muchachito que tocaba el tambor y se negaba a crecer...). Y ha hecho muy bien al escribir este poema... lo que le va a afectar es que él, cuando era adolescente (17), perteneció a las SS alemanas. Y quizás eso no fue tan malo, después de todo sólo era un jovencito. Lo peor del caso es que calló por mucho tiempo y hace poco "confesó". Fue muy criticado, especialmente porque mientras callaba, criticaba muy duramente a los que en su pasado habían pertenecido a la Juventud Hitleriana (o a alguna otra "asociación" del gobierno nazi). Eso lo va a seguir (o como dirían ustedes en los Estados Unidos, "it is going to haunt him...).
MariaMarta
Ya era tiempo que un poeta aleman tuviera los guevos bien puestos para denunciar estos malacates terroristas.
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