miércoles, noviembre 18, 2009

Desde la Diáspora: La Pena de Muerte

Continuando con los muertos, yo siempre me he preguntado si la pena de muerte es un arma efectiva para contrarrestar el crimen, o un bien disuasivo para proteger al inocente.

Toda Europa y gran parte de Latinoamérica prohíbe la pena de muerte. Pero ¿ha logrado esto detener el crimen y violencia? O dándole vuelta a la tortilla, los gringos regresaron a la pena de muerte en 1976, pero, ¿han logrado bajar los índices delictivos?

Aquí en Texas, actualmente hay una enorme polémica sobre la pena de muerte. El caso que derramó el vaso fue un anglo, Cameron Willingham, quien fue ejecutado en el 2004 por haber asesinado a sus tres hijas y luego incendiado la casa con ellas para borrar el crimen, el murió gritando que era inocente y hoy el ADN le da la razón… resulta que muchos peritos e investigadores juran y perjuran que el ejecutado era inocente.

En el 2004, en Houston, se descubrió que el jefe y tecnólogos del laboratorio forense de la policía de la ciudad tenían algo así como un menú donde le preguntaban al detective que clase de prueba forense querían que les fabricaran para inculpar al detenido… el laboratorio fue cerrado, pero nadie fue liberado o revisado su caso, a pesar que esta salvaje ilegalidad lo venía haciendo el laboratorio forense desde siete años atrás... y varios han sido ejecutados usando esta evidencia chafa.

Texas es el estado que más ejecuta a sus condenados y bien rapidol. Los políticos se jactan de ello, y hasta blasonan practicar el Viejo Testamento tocante a la pena de muerte, a pesar de la fuerte evidencia que están ejecutando inocentes.

La mitad de todos los ejecutados en los 50 estados han sido ejecutados en Texas… pero el crimen sigue rampante.

El ADN vino a chingarle la sangrienta fiesta a los texanos pues hasta ahora de las 140 convicciones a muerte botadas por el ADN en todo el país este año, 42 han sido en Texas, un tercio del total. O sea gente que ha sido condenada a muerte antes de la llegada del ADN, pero encontradas inocentes gracias a la nueva tecnología del ADN.

Ahora es el gobernador republicano de Texas (que dejó Bush) el que está en medio de un escándalo, y todo debido a la ejecución del hombre que supuestamente asesinó a sus tres hijas y quemó la casa…

Sucede que la evidencia ahora apunta que el hombre era inocente, pero aceptar esto por el estado sería la muerte para la pena de muerte en el estado que más ejecuta a sus condenados y se vanagloria de ello. Debido a esto el gobernador Perry es el que más se opone a revisar el caso ordenado por la Comisión de Ciencia Forense del estado. Para evitar esto Perry despidió al presidente de la Comisión y dos de sus miembros y nombró peleles que inmediatamente pararon la investigación…, la maniobra de los dictadores… y por esto le está lloviendo verga al gobernador, y lo ha debilitado políticamente.

Debido a la alta tasa de casos de condenados a muerte que el DNA ha encontrado inocentes, muchos estados han puesto “on hold”, o pospuesto ejecuciones. Illinois, por ejemplo, ya no ejecuta a nadie, pues se dieron cuenta que estaban dejando libre reos ADN-inocentes, que “culpables” ejecutados.

Muchos de los defensores de la pena de muerte se han volteado y hoy están en contra de ello… pero la derecha republicana se opone a prohibir la pena de muerte.

¿Usted está de acuerdo con la pena de muerte?

Tamen
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

La pena de Muerte es necesaria en casos como el Francotirador del Beltway en Washington Dc donde las evidencias eran abrumadoras e innegables y en casos donde estos tipos han asesinado ancianos y Niños..
En El salvador, los que siguen dando ordenes desde las cárceles de chantajear, asesinar, conspirar a secuestrar gente y la extorsión....Prmedio de la Horca diría Yo.
Hay que reconocer que en El Salvador, las cárceles albergan hay tipos que no tienen solución Tamen.......O son ellos o nuestras familias

Anónimo dijo...

yo estaria de acuerdo en casos muy aislados pero no ba a parar la violencia, los criminales siempre habran pero la pena de muerte no cura la violencia.

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