viernes, julio 16, 2021

Poema Finsemanero XXXIII: Helpless


En medio de todo este desvergue que está pasando en mi País, quiero variar y ponerme patriotero canelón con este poema.

Lo escribí en 1995, cuando la novedad de internet comenzó a hacerse accesible.

Entonces la poesía se convirtió en mi catarsis.

En los 38 años de mi diáspora hubieron momentos palomas de nostalgia, momentos de añoranza, desamparo ancestral… Nunca me pude acostumbrar a la idea de cuando llegada la hora quedarme en los Estados Unidos, como jamás se me vino la más mínima idea de sentirme “americano”, aunque en papel lo era.

El más grande halago que recibí en mi diáspora fue cuando en Houston, 2011, la doña salvadoreña dueña de la taquería donde pasaba a comprar, me oyó hablar y me dijo afirmativamente

-"Usted es salvadoreño"

-¿Se me nota?...

-"De a dos cuadras".

Entonces ya tenía 30 años de vivir allí.

Hoy vivo aquí entre ellos y puedo afirmar que Mi tierra no es sólo esa rampante corrupción que impera hoy mucho más que ayer. Tampoco Mi País no es depravadamente mentiroso como hoy su régimen se enorgullece ser… Ni mucho menos Mi Gente es tan soberanamente pendeja como hasta hoy aparentemente ha mostrado ser.

Mi Tierra, Mi País, Mi Gente tampoco es un pueblo narcisista carente de empatía como los coetáneos en la nave espacial hoy nos perciben cuando ven, leen, escuchan del narcisista que hoy nos conduce a hacernos mierda.

Mi Tierra, Mi País, Mi Gente es de mi color, es mi ojos, mi pelo, mis labios… es mestizo pipil-tolteca…, Ellos siempre los he sentido como catarsis de mi corazón.

Me sentía helpless, ya no lo estoy.


¡Qué venga la piyama de madera!


Es sólo un pulgarcito en mapa,

pero es de América su corazón,

y la luz tropical del día destaca,

esa faz agreste de mi nación...

 

Ese diamante en un mar de anillo,

¡La Unión! Oriental gema de veras,

porque Dios te puso en las afueras,

tu gente posee el decoro sencillo...

 

gente que vive al extremo Occidente,

donde los ausoles de la tierra brillan,

Ciudad Morena que al país maravillan,

tu ilusión de ser libre e independiente...

 

Orgullosa Capital del valle de hamacas,

donde impera la pobreza y la riqueza,

gente dividida por ideas y flaquezas,

en tu corazón hay clavada una estaca...

 

A toda mi gente viviendo en la lejanía,

con fe en Dios espero verte un mañana,

y mi saludo va desde esta tierra extraña,

pero hoy sólo puedo darte... ¡mi poesía!

 

Tamen

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